Historia de Europa

El oso que solicitó una beca en Cambridge

Un oso ya era el protagonista de una de nuestras historias:el oso Voytek – Pero nuestro oso de hoy es menos belicoso y mucho más educado… asistió al Trinity College de Cambridge.

El Lord Byron inglés , sexto barón Byron Además de un gran poeta, figura destacada del movimiento romántico, excéntrico, anoréxico, bisexual promiscuo, derrochador, polémico, polémico… era un gran amante de los animales. Se sabe que a lo largo de su vida tuvo caballos, perros, monos, gatos, un águila, un cuervo, un halcón, pavos reales, un zorro, un tejón, gansos, una grulla egipcia, gallinas... y un oso. Todos, excepto los caballos, residían dentro de las casas donde residía Byron.

El oso que solicitó una beca en Cambridge

Cuando era niño le regalaron un Terranova Cachorro – aunque según las fotos podría ser un Border Collie – que Byron llamó contramaestre y quien se convirtió en su compañero inseparable. Cuando en 1805 se mudó a Cambridge para estudiar en el Trinity College, se llevó al contramaestre con él, pero las reglas del colegio prohibían la presencia de perros. Ante esa negativa, Byron decidió seguir las causas legales y envió una carta a la dirección para reconsiderar su postura... nuevamente fue denegada. En el Trinity College no debieron enterarse de las excentricidades del poeta porque su respuesta fue comprar un oso y llevarlo a la universidad. La gerencia intentó impedirle la entrada pero Byron exigió que le mostraran la regla donde estaban prohibidos los osos… como no existía, tuvieron que aceptarla. Y, para colmo, envió una carta a la dirección en la que solicitaba una beca para el oso .

El oso que solicitó una beca en Cambridge

Contramaestre

Un buen ejemplo de su amor por los animales fue la muerte del Contramaestre. En 1808, un perro callejero mordió al contramaestre y le contagió rabia, Byron estuvo con él todo el tiempo hasta que murió a los pocos días. A pesar de las muchas deudas que tenía, encargó un impresionante monumento funerario de mármol para su amigo canino en el que estaba grabado este epitafio:

Aquí descansan
los restos de una criatura
que era hermosa sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tenía todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos.