Era un pueblo hindú-europeo que habitaba Tracia, Bulgaria, Rumania, Moldavia, el noreste de Grecia, Turquía, el este de Serbia y partes de Macedonia. Vivían en tribus y se les considera el pueblo más numeroso del mundo conocido.
Eran guerreros temibles y hábiles caballeros, los tracios lucharon contra los griegos en la guerra de Troya. Enterraron a sus gobernantes bajo grandes catedrales de piedra.
Adoraba a los dioses Dioniso, la princesa Europa y Orfeo, pero estos fueron tomados por los griegos.
Eran grandes artesanos, trabajaban metales, cerámicas, piedras y huesos. Produjeron esculturas de bronce, jarrones pintados, tazas de oro, estatuas, catedrales y otros artefactos.
Todos conocemos la hazaña de las Termópilas donde Leónidas y sus 300 espartanos suyos – además de los 700 tespios y 400 tebanos olvidados – se enfrentaron al innumerable ejército de Jerjes -innumerable porque los números van desde 100.000 hasta un millón- pero hubo otra hazaña similar que tuvo lug