Durante la guerra, los nazis difundieron propaganda afirmando que los aliados planeaban utilizar los cuerpos de alemanes muertos para fabricar jabón y otros productos. Esta propaganda fue diseñada para desmoralizar a las fuerzas aliadas y justificar las atrocidades alemanas.
Además, entre las tropas aliadas corrían rumores de que los alemanes estaban utilizando los cuerpos de sus enemigos para fabricar jabón. Estos rumores probablemente se basaron en historias contadas por sobrevivientes de los campos de concentración nazis, que fueron testigos del trato brutal y deshumanizante al que fueron sometidos ellos y otros prisioneros.
Sin embargo, no existe evidencia creíble que respalde estas afirmaciones. El Holocausto fue un acontecimiento terrible y destructivo, pero no hay pruebas de que implicara el uso de cuerpos humanos con fines industriales.