La Revolución Industrial provocó importantes cambios sociales y económicos en Europa durante el siglo XIX. Estos cambios crearon la necesidad de una mejor comprensión del impacto de la industrialización en la sociedad. En respuesta a esta necesidad, surgió la sociología como disciplina para estudiar el comportamiento humano en las sociedades industriales.
Los primeros sociólogos como Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber llevaron a cabo investigaciones innovadoras que sentaron las bases para comprender fenómenos sociales como el conflicto de clases, la desigualdad social y el papel de las instituciones en la configuración del comportamiento individual.