El Papa León X (1513-1521) permitió un cronograma de sumas fijas de dinero que podían ofrecerse para absoluciones específicas. Este concepto, aunque no está directamente relacionado con las indulgencias individuales, generó cierta controversia y a menudo se cita en las críticas a las prácticas financieras de la iglesia de esa época. Sin embargo, el proceso real y los costos asociados con la concesión de indulgencias podrían variar sustancialmente entre diferentes períodos y jurisdicciones dentro de la Iglesia Católica.