Aunque mantuvo una alianza táctica con el Reino Unido, Francia y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, esta alianza nació principalmente por la necesidad de derrotar a su enemigo común, la Alemania nazi.
Siempre hubo una profunda desconfianza mutua y una brecha ideológica entre el régimen comunista de Stalin y los principios capitalistas y democráticos de las potencias occidentales.