1. Paternalismo y darwinismo social: Muchos europeos creían en una jerarquía de razas, con los europeos en la cima y los no europeos en la base. Consideraron que era su deber "civilizar" y "elevar" a los pueblos "atrasados" del mundo. Esta actitud paternalista a menudo estuvo entrelazada con el darwinismo social, la idea de que ciertas razas eran naturalmente superiores y tenían el deber de dominar a otras.
2. Misión Religiosa: Los misioneros cristianos desempeñaron un papel importante en la colonización de muchas partes del mundo. Creían que era su deber difundir el cristianismo y "salvar" las almas de los no cristianos. Esta misión religiosa a menudo estuvo entrelazada con intereses políticos, económicos y militares.
3. Intereses económicos y políticos: Las potencias europeas a menudo justificaron la colonización y el imperialismo basándose en intereses económicos y políticos. Vieron la adquisición de colonias como un medio para obtener acceso a recursos, mercados y riqueza. La idea de "pueblo atrasado" se utilizó para justificar la explotación de las poblaciones indígenas y el establecimiento de un régimen colonial.
4. Racismo científico: Algunos europeos suscribieron teorías científicas que propagaban estereotipos y jerarquías raciales. Creían que ciertas razas eran inherentemente inferiores e incapaces de autogobernarse o progresar. Esta ideología se utilizó para justificar la imposición del control y los sistemas de gobierno europeos a los pueblos colonizados.
5. Destino Manifiesto: Estados Unidos, una sociedad predominantemente de colonos europeos, también utilizó el concepto de "pueblo atrasado" para justificar su expansión hacia el oeste y su colonización de tierras nativas americanas. La creencia en el "Destino Manifiesto" sostenía que Estados Unidos tenía el derecho divino de expandir su territorio por todo el continente y llevar la "civilización" a los nativos americanos.
En general, la idea de un "deber para con los pueblos atrasados del mundo" fue producto de las ideologías culturales, religiosas, económicas y políticas europeas que impulsaron la colonización y explotación de sociedades no europeas durante el período colonial. Hoy en día, este sentimiento se considera ampliamente obsoleto y ofensivo, ya que perpetúa estereotipos dañinos e ignora la capacidad de acción y la autodeterminación de todos los pueblos.