Motivos económicos:
1. Comercio y Recursos: El principal motivo económico era acceder y explotar los recursos y la riqueza de los territorios recién descubiertos. Se buscaban especias, oro, plata y otros bienes valiosos.
2. Beneficios y riqueza: Los comerciantes, comerciantes e individuos vieron oportunidades de ganancias y riqueza a través del comercio con tierras lejanas y el establecimiento de colonias.
3. Nuevos mercados: La expansión en el extranjero permitió a portugueses y españoles acceder a nuevos mercados y rutas comerciales, reduciendo la dependencia de los mercados tradicionales y aumentando la influencia económica.
Motivos políticos:
1. Prestigio y poder nacional: La exploración y la colonización se consideraban una forma de mejorar el prestigio nacional y establecer dominio sobre otras potencias europeas.
2. Expansión de los imperios: Tanto España como Portugal buscaron expandir sus territorios, construir colonias y convertirse en imperios globales.
3. Ubicaciones estratégicas: Adquirir ubicaciones estratégicas para fines comerciales y militares era importante, ya que daba control sobre rutas marítimas clave y acceso a recursos valiosos.
Motivos religiosos:
1. Difusión del cristianismo: La Iglesia Católica Romana jugó un papel importante en la motivación de la expansión en el extranjero. Los misioneros tenían como objetivo convertir a los pueblos indígenas al cristianismo y establecer nuevas órdenes religiosas.
2. Celo religioso: Muchos exploradores y conquistadores estaban impulsados por un deseo sincero de difundir el catolicismo y combatir las religiones no cristianas, considerándolo una misión sagrada.
Motivos sociales:
1. Nuevas oportunidades: La expansión en el extranjero ofrecía oportunidades para el avance social y la posibilidad de escapar de la pobreza o las limitaciones sociales.
2. Nobleza y Honor: La exploración y la colonización proporcionaron un medio para que los nobles obtuvieran honores, títulos y riquezas a través de sus esfuerzos.
Factores adicionales:
1. Avances tecnológicos: Las mejoras en la construcción naval y las técnicas de navegación, como la brújula y el astrolabio, facilitaron los viajes de larga distancia y contribuyeron al éxito de la expansión ibérica.
2. Rivalidad: La competencia con otras potencias europeas, particularmente Francia e Inglaterra, empujó a España y Portugal a expandir aún más y asegurar sus reclamos.
En resumen, la expansión ibérica en el extranjero fue impulsada por una compleja interacción de motivaciones económicas, políticas, religiosas y sociales, con los objetivos finales de adquisición de riqueza, poder nacional, conversión religiosa y avance social. Condujo al establecimiento de vastos imperios español y portugués que tuvieron un profundo impacto en la historia global.