La Segunda Guerra Mundial vio el dramático ascenso de Estados Unidos y la Unión Soviética como superpotencias globales. Estados Unidos emergió de la guerra como la principal potencia económica y militar del mundo, mientras que la Unión Soviética controlaba un vasto imperio de Europa del Este y poseía un considerable arsenal nuclear. El conflicto entre estas dos superpotencias dominaría las relaciones internacionales durante las próximas cuatro décadas.