Actitudes positivas:
- Esperanza de un futuro brillante: Muchas personas esperaban un futuro mejor después de los horrores de la guerra, creyendo que se había aprendido la lección y que se podía reconstruir el mundo para convertirlo en un lugar más pacífico.
- Cooperación Internacional: La guerra había puesto de relieve las devastadoras consecuencias del nacionalismo y el militarismo, lo que había llevado a impulsar la cooperación y la colaboración internacionales para prevenir futuros conflictos. Esto allanó el camino para el establecimiento de la Sociedad de Naciones, cuyo objetivo era promover la diplomacia y la resolución pacífica de disputas.
- Sufragio y Empoderamiento de la Mujer: Las contribuciones y sacrificios de las mujeres durante la guerra ayudaron a promover la causa de los derechos de las mujeres, lo que llevó a movimientos por el sufragio y mayores oportunidades para las mujeres en diversos campos.
Actitudes negativas:
- Desilusión y Amargura: La guerra había infligido profundos daños físicos, emocionales y psicológicos a muchas personas y comunidades. La pérdida generalizada de vidas, la destrucción de ciudades y paisajes y las experiencias traumáticas durante la guerra dejaron una sensación de desilusión y amargura.
- Represalias y venganza: Algunas naciones y grupos mantuvieron sentimientos de resentimiento y buscaron represalias contra quienes se consideraba que habían causado la guerra. Esto contribuyó al aumento de ideologías y tensiones extremistas.
-Aislacionismo y Pacifismo: Los horrores vividos durante la guerra llevaron a algunos países a adoptar políticas de aislacionismo, retirándose de compromisos internacionales para evitar conflictos futuros. El pacifismo, la oposición a la guerra y la violencia, también cobró impulso a medida que la gente buscaba alternativas al conflicto armado.
Estas actitudes al final de la Primera Guerra Mundial reflejaban una mezcla de optimismo por un futuro mejor y las cicatrices dejadas por las devastadoras experiencias de la guerra.