Éstos son algunos de los factores clave que contribuyeron a la elección de Bismarck como líder de la unificación alemana:
Habilidades diplomáticas: Bismarck tenía una trayectoria comprobada como hábil diplomático. Se había desempeñado como embajador de Prusia en Rusia y Francia y había negociado con éxito varios tratados clave. Sus habilidades diplomáticas fueron esenciales para construir alianzas con otros estados alemanes y neutralizar enemigos potenciales.
Capacidad para construir alianzas: Bismarck era un maestro en la construcción de alianzas y coaliciones. Pudo unir a los distintos estados alemanes bajo el liderazgo de Prusia jugando con sus miedos y rivalidades. También forjó alianzas con otras potencias europeas, como Austria y Rusia, para aislar y debilitar a Francia, el principal rival de Prusia.
Comprensión del panorama político: Bismarck tenía un profundo conocimiento del panorama político en Europa y los desafíos que enfrentaba la unificación alemana. Sabía que Prusia necesitaba ser fuerte y unida para lograr sus objetivos. También reconoció la importancia del nacionalismo y el creciente deseo de una Alemania unida entre el pueblo alemán.
Además de estos factores, la personalidad de Bismarck también influyó en su elección como líder de la unificación alemana. Fue un líder fuerte y decidido que no temía correr riesgos. También fue una figura carismática que supo inspirar y motivar al pueblo alemán.
El liderazgo de Bismarck fue esencial para lograr la unificación alemana. Fue el hombre adecuado en el momento adecuado para Alemania y sus contribuciones a la historia del país son inmensas.