Los turcos selyúcidas establecieron el sultanato selyúcida en la región, lo que marcó el comienzo del dominio turco en Anatolia. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XIV que Osmán I fundó el Imperio Otomano. Este imperio creció y se expandió durante los siglos siguientes, consolidando el dominio turco y estableciendo un vasto imperio multiétnico que se extendió por tres continentes.
En 1923, tras el colapso del Imperio Otomano y después de la Guerra de Independencia de Turquía, se proclamó la República de Turquía, lo que marcó el nacimiento del Estado-nación moderno conocido como Turquía.