Tras el ascenso de Adolf Hitler al poder en 1933, los nazis lanzaron una campaña sistemática de discriminación contra los judíos. Esto incluyó la aprobación de las Leyes de Nuremberg en 1935, que privaron a los judíos de su ciudadanía alemana y de sus derechos fundamentales.
Los nazis también comenzaron a aislar y segregar a los judíos del resto de la sociedad alemana. Fueron excluidos de los espacios públicos, se les prohibió trabajar en determinadas profesiones y se les obligó a vivir en guetos.
Los nazis también lanzaron una campaña de propaganda contra los judíos, retratándolos como una amenaza infrahumana para Alemania. Esta propaganda ayudó a crear un clima de odio y miedo que eventualmente conduciría al Holocausto.
A principios de la década de 1940, los nazis comenzaron a implementar sus planes para una "solución final" a la cuestión judía. Este plan implicaba el asesinato en masa de todos los judíos de Europa. Los nazis construyeron una red de campos de concentración y exterminio en toda Europa del Este, donde los judíos y otras minorías fueron gaseados, fusilados y trabajados hasta la muerte.
El Holocausto fue un genocidio sistemático patrocinado por el Estado que resultó en la muerte de seis millones de judíos. Fue un horrible crimen contra la humanidad que nunca será olvidado.