A Marco Polo se le atribuye haber traído la brújula a Europa a finales del siglo XIII. Este instrumento de navegación, que consiste en una aguja magnetizada que gira libremente sobre un pivote y se alinea con el campo magnético de la Tierra, revolucionó la navegación. Permitió a los marineros determinar con precisión los puntos cardinales, mejorando así la seguridad y el alcance de los viajes por mar.
Astrolabio:
El astrolabio jugó un papel crucial en la navegación celeste durante la era de la exploración. Ayudó a los marineros a determinar su latitud y longitud midiendo las posiciones y ángulos del sol y las estrellas. Se cree que Marco Polo adquirió conocimientos sobre el astrolabio de eruditos musulmanes y persas durante sus viajes por Asia.
Declinación magnética:
Las observaciones y descripciones de la declinación magnética de Marco Polo fueron avances vitales en la navegación. La declinación magnética se refiere al ángulo entre el norte verdadero y la dirección indicada por la aguja de una brújula debido al campo magnético de la Tierra. Los relatos de Marco Polo sobre las variaciones en la declinación magnética en diferentes regiones influyeron en la mejora de las técnicas de navegación.
Técnicas de construcción naval:
El viajero veneciano observó minuciosamente las técnicas de construcción naval de diversas culturas durante sus extensos viajes. Destacó diseños y prácticas de ingeniería innovadores, particularmente de los constructores navales chinos. Los juncos chinos, por ejemplo, presentaban múltiples velas, mamparos estancos y timones, que ofrecían una mejor maniobrabilidad y resistencia a la intemperie en comparación con los buques europeos de la época. Las descripciones de Marco Polo contribuyeron al refinamiento de las técnicas de construcción naval europea.
Armas de fuego:
Marco Polo fue testigo del uso de pólvora y armas de fuego rudimentarias en Yuan China. Describió artefactos explosivos como el "trueno" y armas incendiarias. Sus relatos sobre estas tecnologías en su libro, "Los viajes de Marco Polo", presentaron a los europeos el potencial de la pólvora. Posteriormente, este conocimiento sentó las bases para la adopción generalizada de armas de fuego en Europa.