Historia de Europa

¿Los reyes de España, Navarra y Portugal hicieron Reyes Magos en el bautismo de un príncipe inglés en 1367?

Según William Thorne, cronista de la abadía de San Agustín de Canterbury, después de que el príncipe inglés Ricardo de Burdeos viniera al mundo en esa ciudad el 6 de enero de 1367, unos pocos Días después se celebró el bautismo del recién nacido, al que asistieron tres personajes representantes de los Reyes Magos (el niño había nacido en la fiesta de la Epifanía del Señor), a quienes el cronista identifica como los reyes de España, Navarra y Portugal. Se trataba de una visión que contenía un poderoso simbolismo para un público medieval y al que el propio protagonismo dio gran importancia durante su vida. ¿Pero es cierta la historia? Y, en caso afirmativo, ¿quiénes eran estos tres reyes magos y por qué estaban presentes en la ceremonia interpretando el papel de Reyes Magos?

Aunque la fuente es relativamente fiable y muy cercana en el tiempo a los hechos que describe, tradicionalmente ha sido descartada no sólo porque el rey de Portugal, Pedro IV, fuera en aquella época muy enfermo (murió el 17 de enero de 1367), sino porque al rey de España le resultó difícil estar presente en un hecho ocurrido en 1366, ya que no existía como entidad política en ese momento. Sin embargo, estudios recientes han planteado la posibilidad de que el hecho realmente se produjera con la presencia de tres reyes peninsulares y que Thorne se hubiera equivocado a la hora de identificarlos.

¿Los reyes de España, Navarra y Portugal hicieron Reyes Magos en el bautismo de un príncipe inglés en 1367?

Para situarnos es necesario identificar al protagonista del bautismo, que no es otro que el futuro Ricardo II de Inglaterra, hijo de Eduardo el Príncipe Negro y Juana de Kent. Si en el bautismo del niño estuvieron presentes tres reyes españoles, debió existir un vínculo poderoso con los padres del bautizado en ese momento que justificaría que estuvieran en la corte inglesa en ese momento y se prestaran a desempeñar un papel tan significativo. papel como el de los tres reyes magos. Y ahí es donde la historia empieza a ganar verosimilitud.

En diversas entradas del blog nos hemos referido al apoyo que Inglaterra brindó al rey de Castilla Pedro I en la guerra civil por el trono castellano que mantenía con su medio hermano Enrique de Trastámara. En 1366 Pedro había sido destronado por Enrique y había buscado refugio en la corte del Príncipe Negro en la entonces Gascuña inglesa. Y el 23 de septiembre de 1366 ambos habían firmado el Tratado de Libourne por el que los ingleses se comprometían a ayudar a Pedro a recuperar el trono, a cambio de que éste ofreciera el apoyo de la flota castellana en la guerra que Inglaterra mantenía con Francia, la famosa Cien. Años de Guerra. Es posible, por tanto, que el rey de España al que se refería Thorne fuera en realidad el rey de Castilla.

Y en ese tratado también se nos da respuesta a la pregunta de si el rey de Navarra, a quien cita la crónica, podría estar presente en Burdeos en aquel momento y vinculado a la Príncipe Negro. Carlos de Navarra participó en las negociaciones que concluyeron en el Tratado de Libourne, porque su apoyo era necesario para que cuando el ejército inglés y Pedro cruzaran los Pirineos, el paso de Roncesvalles siguiera abierto.

¿Los reyes de España, Navarra y Portugal hicieron Reyes Magos en el bautismo de un príncipe inglés en 1367?

¿Y el tercer rey? Entre todos los posibles hay uno que se convierte en claro candidato. Y para ello hay que seguir los pasos del ejército anglocastellano que atravesó Roncesvalles y entró en la Península en 1367. Poco después se enfrentaría a las fuerzas de Enrique de Trastámara y conseguiría una gran victoria en la batalla de Nájera, el pasado mes de abril. 3 de 1367. Entre los contendientes del lado de Pedro I y el Príncipe Negro había un personaje curioso y poco conocido, del que conocí en la entrada del blog de un amigo Tempus Fugit:Jaime IV de Mallorca. Era hijo de Jaime III, rey de Mallorca, que había perdido su trono y su vida en 1349 en la batalla de Llucmajor a manos de Pedro IV el Ceremonioso de Aragón, que se había hecho con el trono mallorquín. En el complejo juego de alianzas de la época, Pedro IV se había aliado con Enrique de Trastámara y era natural que Jaime IV buscara el apoyo de los enemigos aragoneses para recuperar el trono de Mallorca. Y si Jaime estuvo presente en Nájera en abril junto a Pedro I y el Príncipe Negro, es natural que también estuviera con ellos en Burdeos en enero. Y algunas fuentes apuntan a que Jaime fue padrino en el bautismo de Ricardo II.

Otro argumento que ratifica la credibilidad del relato viene dado por lo ocurrido en una ceremonia en el Parlamento inglés que presidió el joven Ricardo como Príncipe de Gales en enero de 1377. En él , el obispo de San David llamó a los asistentes a honrar al príncipe como lo hicieron los tres reyes de Colonia (en referencia al Relicario de los Reyes Magos de la Catedral de Colonia, cuya imagen encabeza este post). Además, el propio rey se identificó con la historia, ya que entre su colección de joyas de plata había algunas con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Sin embargo, otros cronistas testigos presenciales de los acontecimientos de la época como Jean Froissart o Chandos que se refieren a la salida del Príncipe Negro hacia Castilla el 11 de enero, no mencionan la presencia de tres reyes en el bautismo, lo que habría sido algo digno de mención.

Otro dato muy ilustrativo al respecto lo aportan los archivos del rey Carlos de Navarra. Éste fue un monarca cuya lealtad a la causa de Pedro I estaba en entredicho y, según los propios archivos del navarro, fue a dar garantías al Príncipe Negro y emprendió su viaje el 29 de diciembre de 1366. La crónica navarra continúa indicando que Carlos capturó Se reunió con los ingleses en Burdeos a principios de enero de 1367 y luego se dirigió al sur para encontrarse con Pedro I de Castilla, que estaba en Bayona (185 kilómetros al sur de Burdeos) antes de regresar a Pamplona en enero. 8, 1367. 1367. Comparando estas fechas es casi imposible que no sólo Carlos de Navarra, sino también Pedro I estuvieran presentes en Burdeos en el bautismo del príncipe.

Según la crónica de Jean Froissart, el nacimiento de Ricardo fue un acontecimiento bastante caótico, con Juana de Kent molesta por la próxima partida de su marido a una aventura incierta y que hizo que el bautismo se celebrara apresuradamente durante miedo de que el niño no sobreviva mucho tiempo.

Debemos tener en cuenta que el Príncipe Negro murió en 1376 y que, cuando su padre Eduardo III murió un año después y el niño Ricardo II ascendió al trono con sólo diez años , su futuro en el trono no parecía muy prometedor, sobre todo teniendo en cuenta que su hermano mayor falleció cuando él sólo tenía doce años. Ésa puede ser la explicación de una fábula para anunciar una supuesta intervención divina en su nacimiento con la presencia de los Reyes Magos. Es posible que Ricardo II se aferrara a esa bella historia, pero todo parece indicar que se trata de un mito construido posteriormente.

Imagen| Wikimedia Commons