- Inestabilidad política: A finales del siglo IX, el Imperio franco se encontraba en un estado de agitación política. El imperio había estado dividido entre los hijos de Carlomagno y había conflictos constantes entre las diferentes facciones. Esta inestabilidad dificultó a los francos defender su territorio de ataques externos.
- Oportunidad económica: Los vikingos se sintieron atraídos a París por su riqueza y prosperidad. La ciudad era un importante centro comercial y albergaba varias iglesias y monasterios ricos. Los vikingos esperaban saquear la ciudad y llevarse sus riquezas a Escandinavia.
- Venganza: Los vikingos habían estado atacando la costa franca durante varios años y estaban enojados con los francos por intentar detenerlos. Vieron el ataque a París como una forma de vengarse de estos ataques.
- Fervor religioso: Algunos de los vikingos estaban motivados por el fervor religioso. Creían que era su deber difundir la palabra de Odín, el dios nórdico de la guerra. Vieron el ataque a París como una forma de convertir a los francos a su religión.
El ataque de los vikingos a París fue un acontecimiento importante en la historia europea. Era la primera vez que un ejército vikingo capturaba una ciudad importante. El ataque conmocionó a los francos y los obligó a reconsiderar sus defensas contra los vikingos. También condujo a una mayor cooperación entre las diferentes facciones francas, lo que finalmente ayudó a estabilizar el imperio.