El término fue utilizado por primera vez en el siglo XIX por el geógrafo y antropólogo alemán Johann Georg Kohl, quien lo utilizó para describir la diversidad cultural y lingüística de los Balcanes. Sostuvo que la región era "un foco de nacionalismo y odio religioso" y que su gente era "incapaz de autogobernarse".
El balcanismo se ha utilizado desde entonces para describir una variedad de fenómenos negativos en los Balcanes, incluida la historia de guerra, limpieza étnica e inestabilidad política de la región. También se ha utilizado para explicar el atraso de la región en comparación con otras partes de Europa.
Algunos estudiosos han argumentado que el balcanismo es producto de la historia del dominio otomano en la región. Sostienen que el Imperio Otomano dividió los Balcanes en varias pequeñas unidades administrativas, cada una con su propia cultura y religión distintas. Esto condujo al desarrollo de un fuerte sentido de identidad entre los diferentes grupos étnicos de la región, lo que a su vez dificultó la construcción de Estados-nación estables y unificados.
Otros sostienen que el balcanismo es producto de la geografía de la región. Sostienen que el terreno montañoso y la escarpada costa de los Balcanes han dificultado la comunicación y la cooperación entre diferentes partes de la región. Esto ha contribuido a la fragmentación política y cultural de la región.
Cualesquiera que sean las causas del balcanismo, sus efectos son reales y devastadores. La región ha estado plagada de conflictos e inestabilidad durante siglos y no existe una manera fácil de resolver sus problemas.