El ejército alemán estaba mucho mejor preparado y equipado que el ejército polaco. Los alemanes tenían un mayor número de tropas, tanques y aviones, y también tenían más experiencia en la guerra. El ejército polaco luchó con valentía, pero fue superado en número y en desventaja.
El ejército alemán avanzó rápidamente hacia territorio polaco y el gobierno polaco se vio obligado a evacuar Varsovia, la capital. El 27 de septiembre, los alemanes habían llegado a las afueras de Varsovia y la ciudad se rindió al día siguiente.
La ocupación alemana de Polonia fue brutal. Los alemanes llevaron a cabo detenciones, ejecuciones y deportaciones masivas de polacos. Muchos civiles polacos fueron enviados a campos de concentración, donde fueron sometidos a tortura y exterminio.
La ocupación alemana de Polonia duró seis años, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. El pueblo polaco sufrió mucho durante este tiempo y su país quedó devastado por la guerra.