Historia de Europa

¿Qué hicieron el parlamento y la declaración de derechos inglesa para darle poder al rey?

La Declaración de Derechos inglesa, promulgada en 1689, junto con las acciones tomadas por el Parlamento, moldearon y limitaron significativamente el poder del monarca inglés. Estos son algunos de los cambios y limitaciones clave que se introdujeron:

1. Soberanía parlamentaria:

- El parlamento estableció su supremacía sobre la monarquía. Esto significaba que el rey no podía aprobar ni vetar leyes sin el consentimiento del Parlamento.

2. Libertad de expresión en el Parlamento:

- Los miembros del Parlamento obtuvieron libertad de expresión y debate dentro del Parlamento, garantizando que podían discutir asuntos de Estado sin temor a represalias por parte del rey.

3. Tolerancia religiosa:

- La Declaración de Derechos garantizaba la libertad de culto a los protestantes, excepto a los católicos y a los que negaban la Trinidad.

4. Sin suspensión de leyes :

- El rey no podía suspender ni prescindir de las leyes aprobadas por el Parlamento sin su consentimiento.

5. Sin fianzas ni multas excesivas:

- Se consideraron ilegales las fianzas excesivas y las multas impuestas a particulares.

6. Jurados y Juicios:

- Se estableció el derecho a un juicio justo e imparcial por jurado, así como la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario.

7. Parlamentos frecuentes:

- El Parlamento aseguró que se celebrarían elecciones y sesiones frecuentes, lo que limitaba la capacidad del rey para gobernar sin su participación.

8. Derecho a Petición al Rey:

- A los súbditos se les concedió el derecho de presentar peticiones al rey sin temor a ser castigados o procesados.

9. Sucesión:

- La Declaración de Derechos estableció el Acta de Acuerdo, que determinaba la línea de sucesión al trono, dando prioridad a los herederos protestantes.

10. Prerrogativa real limitada:

- La autoridad del rey, conocida como prerrogativa real, era limitada, asegurando que no podía actuar de forma arbitraria o sin base legal.

Al promulgar estas medidas, el Parlamento y la Declaración de Derechos inglesa redujeron el poder absoluto de la monarquía y establecieron las bases para una monarquía constitucional, donde los poderes del rey estaban sujetos a la ley y la autoridad del Parlamento. La Declaración de Derechos se considera un documento fundamental en el desarrollo del derecho constitucional y la protección de los derechos individuales en el Reino Unido.