Historia de Europa

Reinado de Carlos III

Fernando VI murió el 10 de agosto de 1759, abriendo las puertas al reinado de Carlos III (1759-1788), que llegó a Madrid en diciembre. Considerado por la mayoría de historiadores como el período más activo del siglo XVIII en la aplicación del modelo de despotismo ilustrado, el monarca se dedicó personalmente al ejercicio de la política rodeado de personajes de gran valor.

Deseando una política continuista, Carlos III mantuvo en sus cargos a los secretarios principales (Muro y Arriaga), con cambios en Hacienda (Valparaíso fue sustituido por Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquiladle). Macanaz y Ensenada fueron liberados de su prisión. La oposición a las reformas emprendidas por Carlos III se vio complicada por una crisis de subsistencia y la subida de precios en el invierno de 1766. El estallido de la revuelta en Madrid se debió al edicto firmado por Esquiladle (10 de marzo de 1766) que ordenaba reemplaza la capa larga y el sombrero ancho, por un tricornio y una capa corta. El deseo de congraciarse con sus súbditos llevó a Carlos III a dictar medidas que toleraban los impuestos y el suministro de cereales. Los disturbios de 1766 ayudaron a implementar un programa fisiocrático derivado de la creciente demanda de alimentos en una población en crecimiento. Tras la marcha de Esquiladle, Aranda se encargó de aliviar el ambiente agitado, a lo que también contribuyó la buena cosecha del año siguiente.

Las reformas en el despotismo ilustrado de Carlos III

El modelo de despotismo ilustrado carolino abordó una serie de acciones a nivel económico, social y religioso. Por un lado, se impulsó la reforma agraria y se fundaron nuevos asentamientos en las zonas deshabitadas de las tierras reales (Sierra Morena y valle medio del Guadalquivir). Además, se crearon numerosas obras públicas (canales, hospitales públicos, servicios de alumbrado, mejoras en la salud e higiene) y el deficiente sistema de comunicaciones se solucionó con la creación del sistema de correos (1763), el establecimiento del sistema de diligencias (1771) y la liberación del comercio con América (1778). El ejército fue reorganizado con las nuevas ordenanzas (1768). En el plano religioso, el momento de rechazo de la Compañía en Europa se aprovechó para expulsar a los jesuitas (1768) y emprender una reforma educativa. Y, finalmente, se impulsó la inventiva, la industria y la educación gracias a la difusión de las Sociedades Económicas de Amigos del País desde 1775. Este modelo de despotismo ilustrado se mantuvo durante las décadas 1770-1790.

Política exterior

Reinado de Carlos III


La política exterior se centró en tres frentes:Francia, Portugal y el Mediterráneo. En virtud del tercer pacto familiar (1761), España intervino en la Guerra de los Siete Años. Por la Paz de París (1763), La Habana y Manila fueron devueltas a España por Inglaterra, mientras que los ingleses lograron expulsar a los franceses de América del Norte y recuperaron Menorca. España entregó a Portugal la colonia de Sacramento, en el Río de la Plata.
La política atlántica española estuvo encaminada a resolver el diferendo con Portugal en Brasil (Tratado de San Ildefonso, 1777) y establecer la participación española en la Guerra de Independencia de Estados Unidos (1779).
En el Mediterráneo se iniciaron conversaciones con los marroquíes. Don Diego María Osorio (Gobernador de Ceuta) y el Sultán Sidi Muhammad Abd Allah llegaron a un acuerdo para establecer una serie de consulados (Larache, Tánger y Tetuán). El Tratado de Paz con Marruecos (1767) intentó limar asperezas entre ambos países ante la insistente reclamación marroquí sobre Ceuta y Melilla. El Tratado mejoró, sobre todo, las relaciones comerciales, el libre comercio de cereales en la zona y la pesca española en esas aguas. Habría que esperar al Tratado de Aranjuez (1780) para que se solucionara temporalmente el conflicto hispano-marroquí.
También se estaban logrando avances significativos en el Mediterráneo oriental. En 1782, España firmó un tratado con el Imperio Otomano, estableciendo consulados en las principales ciudades turcas. Con el acuerdo, los turcos recibieron apoyo frente a Austria y Rusia, lo que permitió establecer futuros acuerdos comerciales con el Lejano Oriente.

Fin del Reinado de Carlos III

Al final del reinado de Carlos III se podría decir que España, por un lado, había intentado recuperar una posición internacional de prestigio, a veces sin éxito, mientras las reformas en el interior comenzaban a dar los primeros resultados. Por otro lado, las desgracias familiares abrumaron a Carlos III con la muerte de sus tres hijos (Carlos Eusebio, Carlos y Felipe). El nacimiento de Fernando (14 de octubre de 1784), hijo del Príncipe de Asturias y del futuro Fernando VII, pareció asegurar la sucesión. El 14 de diciembre de 1788 Carlos III falleció a la edad de 72 años.


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