Historia de Europa

Reinado de Fernando VI

Casado con la portuguesa Bárbara de Braganza, Fernando VI (1746-1759) inauguró un período de aparente pacifismo tras el turbulento reinado de su padre. Sin embargo, la política desarrollada, especialmente bajo la influencia del Marqués de Ensenada y de Don José de Carvajal, se dirigió hacia profundas reformas que debían cambiar la situación socioeconómica española, una vez superadas las pretensiones italianas y la excesiva influencia francesa.

Con un programa de gobierno basado en la paz en el exterior y medidas reformistas en el interior, se impulsaron una serie de mejoras para dar respuesta a los problemas hispano-ingleses relacionados con América, reformando el sistema tributario castellano (impuesto único) y con la propuesta de un plan de modernización. la Marina, entre otras medidas.

Con el cambio de reinado se produjo también una renovación en las altas magistraturas de la administración, apareciendo la oposición entre dos grupos, opuestos entre sí:los vizcaínos, formados por naturales o descendientes de familias vascas y navarras vinculadas a la administración real ( el Arizaga y el Quadra, entre otros); y el partido español o golillas, que surge desde 1746, y se caracteriza por el uso de esta prenda como insignia por parte de los ministros togados. Este grupo se nutrió de las filas de la baja y media nobleza, perteneciendo a la misma figuras como:Zenón de Somodevilla, Carvajal, Rávago y Farinelli, entre otros.

Reinado de Fernando VI

Situación Internacional

En el orden internacional terminó la Guerra de Sucesión en Austria. Con el Tratado de Paz de Aquisgrán (1748), don Felipe de Borbón mantendría los ducados de Parma y Plasencia y el pequeño Principado de Guastalla en Italia, además de certificar el comercio americano bajo dominio español. Los privilegios coloniales ingleses así como Gibraltar y Menorca quedaron fuera de los pactos. España, más aislada diplomáticamente en el exterior, se centró desde entonces en sus asuntos internos. Respecto a Portugal, se resolvieron los problemas fronterizos en América (Tratado de Límites, 1750) y los asuntos no resueltos en Aquisgrán con Inglaterra, mediante el Tratado de Compensación (1750). En la zona del Mediterráneo se acordó el Tratado de Aranjuez (14 de junio de 1752) por el que España, Austria, Cerdeña, además del Duque de Parma y el Gran Duque de Toscana, sellaron una alianza defensiva. Para evitar el corso berberisco, los acuerdos entre Argel y Hamburgo (1752) y entre Dinamarca y los musulmanes norteafricanos (1753), refrendados en el Acuerdo de Amistad y Comercio firmado en La Haya (1757) y entre Dinamarca y los musulmanes, fueron obstaculizados. Norteafricanos (1753), refrendada en el Acuerdo de Amistad y Comercio firmado en La Haya (1757). En 1752 las negociaciones con Benedicto XIV concluyeron en el Concordato con la Santa Sede (1753). Finalmente, la neutralidad española se mantuvo tras el inicio de la Guerra de los Siete Años entre Francia e Inglaterra (1756-1763). En el interior, la política reformista de Ensenada permitió:el fortalecimiento de la flota (reorganización del arsenal de Cádiz, desarrollo de los de El Ferrol y Cartagena) y la aportación única, un nuevo impuesto para cuya aplicación hubo que elaborar, entre 1749 y 1756, el llamado Catastro de Ensenada. Tres años más tarde, la Real Junta de Contribución Única ordenó realizar un Barrio a partir de los datos del Catastro (1759), consiguiendo un documento fundamental para conocer la población de la Corona, que permitió actualizar el censo de población de 1591 -encargado por Felipe II– y el del imperfecto Barrio de Campoflorido de 1717.


Publicación anterior
Publicación siguiente