Uno de los artistas más respetados, talentosos y exitosos (una combinación rara en estos días) acaba de pasar a la inmortalidad. Un maestro de la música en general y de la guitarra española en particular. Hablamos de Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía (llamado así por su madre, nacida en Portugal, Lucía Gomes), quien falleció hoy miércoles 27 de febrero de 2014, a la edad de 66 años, aparentemente por un paro cardíaco según información que circula en Internet. Por cada profesor de música que imparte una clase en el aula sobre música española contemporánea, destaca el nombre de Paco de Lucía es inevitable. Es como la asociación inmediata entre el Combate de Angamos y Miguel Grau. Por eso queremos dedicar un espacio a este maestro de las seis cuerdas que nos deja un brillante e indispensable legado musical.
Paco de Lucía encarnó el mejor ejemplo de músico universal:llevó al mundo entero el folklore de su tierra natal, Algeciras (Cádiz, Andalucía, España), que cultivó desde niño, sin alterar su esencia ni su sonido. Considerado un genio de la guitarra flamenca y la fuerza impulsora del Nuevo Flamenco, incorporó elementos de la música clásica contemporánea, el jazz, la bossa nova y la música latina en sus enérgicos fraseos que parecían llamaradas de fuego español. Estas combinaciones fueron todas producto de su intensa y brillante creatividad, que lo convirtió en el guitarrista favorito de millones de personas en los cinco continentes.
Fue admirado por muchas personas, amantes de la música y estudiosos, pero quizás uno de sus mayores logros es que fue reconocido como el mejor entre sus pares, otros destacados intérpretes de este fiel instrumento de madera quien mostraba un profundo respeto cada vez que escuchaban su nombre o tenían la oportunidad de compartir escenarios con él. Y disfrutaba compartiendo escenario con sus compañeros músicos, casi sin darse cuenta de su genio, con una sencillez y humildad que muchos otros, los desvalidos de hoy, deberían aprender.
Paco de Lucía grabó más de 60 álbumes entre 1965 y 2011, en vivo y en concierto. Ha acompañado a cantaores gitanos de la talla de Camarón de la Isla (nombre real:José Monje Cruz), Fosforito o Antonio Mairena, entre otros; cantantes de rock como Bryan Adams; y ha colaborado con guitarristas de todo el mundo, del jazz y la música clásica, de la música de Oriente Medio y de la música brasileña.
Este maestro de las cuerdas tenía una relación muy especial con nuestro país, que visitó por última vez hace unos meses, en octubre de 2013, para ofrecer un extraordinario concierto en el gran teatro nacional. Muchos aún no saben que era Paco de Lucía el primer músico flamenco que incorporó el cajón peruano a su conjunto y que, a raíz de este hecho, la comunidad musical mundial comenzó a asociar nuestro cajón con la música española, hasta el punto de que muchos creen, aún hoy, que el Cajón proviene de España y no de Perú. Tal era la popularidad de Paco de Lucía a nivel mundial y fue tanta su honestidad que nunca perdió la oportunidad de decir que el dibujante era peruano. Y que se lo habían regalado dos amigos suyos, grandes músicos nacionales:Pepe Torres y Carlos Caitro Soto.
De Lucía se caracterizó por su innovación y color en las armonías y su notable destreza, técnica, fuerza y fluidez en su mano derecha, capaz de ejecutar fraseos extremadamente rápidos y complicados. Maestro del contraste, a menudo hacía yuxtaposiciones entre solos y rasgueos combinados con otras técnicas e incluso añadió acordes abstractos y escalas tonales a sus composiciones. Estas innovaciones le permitieron abarcar un amplio abanico de estilos sin perder la perspectiva de un músico flamenco libre, orgánico y natural.
fue un maestro irrepetible pero su música permanece. La educación de nuestros hijos puede enriquecerse mucho y ampliar sus horizontes si abrimos su mente -y la nuestra- a los verdaderos músicos que, como Paco de Lucía , se mantienen a la vanguardia y al margen de las modas y la facilidad de propuestas de poca o ninguna importancia. La música que hacía Paco de Lucía conecta con la historia, con la geografía, con la idiosincrasia de un pueblo, así como con la tenacidad de salir desde abajo a base de talento y disciplina. Todos esos valores encerrados en un solo guitarrista. Adiós, maestro.
http://www.elmundo.es/cultura/2014/02/26/530da7dbca4741fe668b456b.html