Historia antigua

Lusio Quieto, de Dion Casio a Posteguillo.

Lusio Quieto, de Dion Casio a Posteguillo.

Para aquellos que nos apasiona conocer el Entresijos de la historia del Imperio Romano, Lusio Quieto es uno de esos personajes teñidos de un halo de misterio. A pesar de ser un gran desconocido para las fuentes históricas, que, como veremos más adelante, pasan por alto las vicisitudes de este general africano al servicio de Trajano, no podemos olvidar que vivió y murió en uno de los momentos más cruciales de la historia. de Roma. El día de la muerte de Trajano, el Imperio Romano se encontraba en su mayor extensión conocida, pero a partir de ese día comenzó a declinar. La clave podrían estar en los acontecimientos de aquellos días, hoy no sabemos qué hubiera pasado, si en lugar de Adriano, las riendas del Imperio hubieran recaído en Lusio Quieto.

Lusio Quieto, de Dion Casio a Posteguillo.

La máxima extensión del Imperio Romano, año 117

El Lusio Tranquilo de Posteguillo.

No hay duda de que al escritor valenciano Santiago Posteguillo le debemos innumerables cosas. Especialmente los cientos de tardes y noches que hemos pasado absortos leyendo sobre la Antigua Roma. Por otro lado, no podemos olvidar que su trabajo no es aportar nuevas tesis de investigación histórica. En definitiva, sus libros no son ensayos de historia. Posteguillo es uno de los mejores especialistas en novela histórica de la actualidad. Es decir, nos cuenta una historia ambientada en un momento histórico determinado, y mezcla personajes reales con ficticios, de tal manera que nos lleva a imaginar los hechos ocurridos en un momento determinado de nuestra historia.

Uno de los personajes en cuestión es Lucio Quieto, a quien recoge de fuentes históricas para situarlo como la mano derecha del emperador Trajano. Lo hace en su trilogía sobre el emperador hispano, y especialmente nos lleva al momento clave de la muerte de Trajano, en “La legión perdida” publicada en 2016 y que cierra la trilogía.

Lusio Quieto, de Dion Casio a Posteguillo.

Portada de La Legión Perdida de Santiago Posteguillo

El Tranquilo Lusio de Posteguillo es uno de los hombres más importantes de la novela, imprescindible para la conquista romana de Armenia, Mesopotamia o Partia. El hombre fiel y de confianza de Trajano, el que consulta, o el que pone al frente de las legiones para la conquista de los territorios asiáticos, y por supuesto el elegido por él para sustituirle. Con esta intención decide regresar a Roma, para convencer a los senadores y al pueblo de que el mejor emperador para el Imperio era Lucio Quieto. Pero Trajano no logró sus objetivos, murió en Selinus posiblemente después de recibir algún tipo de veneno, su esposa en el lecho de muerte del emperador le arrancó la firma para que su sucesor fuera Adriano. Unos meses después, camino a su casa en Mauritania, Lusio Quieto muere con sus hombres, enfrentándose a dos legiones romanas.

El Lusius silencioso de las fuentes históricas.

Cualquier narrador histórico, y Posteguillo no iba a ser diferente, recurre a fuentes históricas para documentarse a la hora de escribir su novela. Así que está claro que el escritor valenciano Lusio Quieto no debe salirse del guión establecido por éstos.

La primera de las fuentes históricas para conocer al verdadero Lusius Quietus es la Enciclopedia Judaica, escrito a principios del siglo XX como un compendio de los conocimientos del pueblo judío desde sus orígenes. La parte que revela el futuro de Lusio Quieto corresponde a la recopilación de fuentes antiguas, en este caso Seder Olam Rabbah , una cronología del mundo hebreo escrita en tiempos del emperador Adriano. Se ha constatado la pérdida de varios capítulos de época romana, aun así, se han conservado algunas anotaciones sobre Lusio, que han sido transcritas en los siglos siguientes.

No es difícil adivinar que, en las fuentes judías, Lusius Quietus sale mal parado. Fue enviado por Trajano para poner fin a las revueltas en Judea, a lo que llegó con rango consular y proclamó gobernador de dicha provincia, mostrándose sanguinario. Un detalle nos muestra la llegada de Lusio a Judea:en el denominado Seder Olam Rabbah, como se conoce la guerra como “la guerra Quietus ”. El pueblo de Judea es sometido por las legiones de Lusio Quieto, a base de gran crueldad con acusaciones de deshonrar a las jóvenes vírgenes judías. Las mismas fuentes se alegran por la muerte de Quieto, tras la subida al poder de Adriano. Además, estas fuentes detallan una inscripción encontrada en Palestina, que nombra a Lusius Quietus, pero con intentos de borrarla en tiempos de Adriano. Bien podemos pensar en la aplicación de una damnatio memoriae .

Pero la gran fuente clásica que cuenta la historia de Lusius Quietus es la Historia romana de Dio Cassius , escrito en griego en el siglo III. Dicho escritor ha sido tildado de polémico, entrando en grandes contradicciones en relación con las relaciones entre las familias senatoriales y los favoritos de los emperadores, los ecuestres, que en tiempos del Imperio igualaron e incluso superaron en importancia a las primeras. Este tema no parece influir en los hechos ocurridos un siglo antes, por lo que podemos tomar en consideración que la fuente más fiable hoy en día para el conocimiento de los hechos es Dion Cassius.

Lusio Quieto, de Dion Casio a Posteguillo.

Busto de niño negro romano, se especula que podría ser Lusius Quietus.

Casio Dion nos presenta a Lusio Quieto como general romano, moro y gobernador de Judea en el año 117. Los motivos de tal designación fueron la condecoración por los servicios prestados al Emperador. Trajano. Estos servicios comienzan con su participación al mando de un batallón de soldados moros a caballo, lo que fue decisivo para acabar con Decébalo en Dacia, como también nos muestran los relieves de la Columna de Trajano en Roma. Posteriormente emprende con el emperador la conquista de Oriente, ciudades como Edesa o Nisibis caen bajo el control de Roma, gracias a la participación de Lusio Quieto. Al igual que la tradición judaica, Dion Casio nos habla de la represión de Judea tras la conquista de Partia, por parte del hombre más importante del emperador Trajano.

Sus logros y conquistas produjeron odio y celos y pronto provocaron su destrucción. Sin duda, esta parte deja bastante claro que Adriano, tras llegar al poder, eliminó a su rival más importante. Cabe destacar que no fue solo Lusio quien sucumbió ante el nuevo emperador, sino que le acompañaron otros hombres importantes para Trajano, como Avidio Nigrino, Publilio Celso o Cornelio Palma. Por otro lado, Dion Casio no deja en buen lugar al nuevo emperador tras la muerte de Trajano. Adriano no había sido adoptado por Trajano, convirtiéndose en emperador sin haber alcanzado ningún cargo de relevancia, ni cónsul, ni gobernador de ninguna provincia.

Una fuente interesante que Dion Cassius nombra para el relato de los hechos ocurridos es la de su propio padre, Cassius Aproprianus, gobernador de Cilicia en la segunda parte del siglo II. Según el mismo, se decía en la zona que, tras la muerte de Trajano, del que se sabía que había sido envenenado, se guardó silencio al respecto, para introducir la adopción de Adriano, antes de la muerte de Trajano. Este aspecto, según Dion Casio, puede aclarar por qué las cartas de Oriente a Roma fueron firmadas por Plotina y no por Trajano.

En modo conclusión.

Es una lástima que una parte tan importante de la historia del Imperio Romano carezca tanto de fuentes escritas. Sobre Adriano, por ejemplo, no hay más que su historia escrita por él mismo, poco bagaje para contradecir a Dion Casio. Personalmente y a la espera de una fuente más esclarecedora, creo que lo que contó Posteguillo sobre Lusio Quieto no se puede tildar de falso, es evidente que tampoco podemos darlo por real. Seguiremos esperando que alguna fuente nos ilumine sobre la verdad de lo ocurrido. Mientras que los que somos apasionados de Trajano, y no tanto de Adriano, seguiremos pensando que con Lusio Quietus, posiblemente el futuro cercano del Imperio hubiera sido diferente.

Te invito a leer el siguiente artículo sobre la muerte de Trajano:

Más información:

La Legión Perdida, Santiago Posteguillo, Ed. Planeta, 2016

ciclopedia judía

Historia romana, Dion Casio, libros LXI-LXX, traducción Antonio Diego Duarte Sánchez


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