Si alguien dijera que el mayor centro urbano construido en el Siglo XIX fue en el sudeste asiático, podríamos, como mínimo, sospechar que esto fue un mero despecho de las crecientes naciones capitalistas europeas que estaban surgiendo en este período. Para superar esta sospecha, los estudios de la Real Sociedad Geográfica Británica le introducirían en la ciudad de Angkor, principal centro de la civilización jemer.
Formado alrededor del siglo VIII, el imperio jemer Llegó a dominar una extensa región que involucraba los actuales territorios de Camboya, Myanmar y Laos. Al crecer en una porción aislada del sudeste asiático, los jemeres han logrado la estabilidad necesaria para el desarrollo de sus costumbres y tradiciones a lo largo de los siglos. Se desencadenaron algunos conflictos con los javaneses, que querían controlar partes continentales de Asia.
Fue en el siglo IX cuando los jemeres emprendieron la formación de su imperio. Tras la fuga del príncipe Jayavarman II de manos de los javaneses, el pueblo jemer organizó un gran ejército que conquistó los primeros territorios del venidero imperio jemer. Superando los largos períodos de sequía de la región, las dinastías jemeres lograron la expansión de su pueblo a través de un complejo sistema de riego responsable de garantizar abundantes cultivos de arroz repartidos por la llanura camboyana.
Con el crecimiento de la población y la expansión del territorio, los jemeres se convirtieron en una civilización hidráulica que veía en la fertilidad de sus tierras y en la autoridad monárquica los grandes iconos de su culto religioso. El agua y el rey fueron motivos para la construcción de varios templos en el interior del territorio. No fue hasta el siglo XII que los jemeres sufrieron la invasión promovida por el reino Champa. Después de casi un siglo de dominación, el emperador Jayavarman VII logró recuperar la posesión del imperio y, tras dominar una vasta región, creó la ciudad de Angkhor.
Con el paso de los años, la ciudad se ha convertido en un importante centro comercial visitado por pueblos extranjeros, como chinos e indios. Las mujeres tuvieron una gran participación en estas actividades y llegaron a ocupar una posición destacada entre los jemeres. Muchos de ellos eran responsables de controlar importantes cargos públicos del imperio. En medio de tantas conquistas y una amplia red socioeconómica, el Imperio Jemer no parecía sufrir ningún tipo de amenaza.
Sin embargo, a partir del siglo XIII, las disputas por una monarquía sin un sistema de sucesión definido llevaron a la ruina de este pueblo. Al mismo tiempo, los ataques de los pueblos vietnamita y tailandés comenzaron a debilitar la supremacía jemer. En 1431, Angkor fue víctima de un saqueo masivo por parte de los tailandeses.
Además de los conflictos internos y los ataques extranjeros, el colapso de la economía jemer fue también otra razón de la desaparición de esta vasta civilización. La erosión del suelo y la falta de recursos hídricos fueron otros de los factores planteados para la desaparición de la civilización jemer. Con el tiempo, la crisis económica fue blanco de una gran diáspora que dejó templos y ciudades jemeres abandonados en plena selva del Sudeste Asiático.