Por Fabrício Santos
El Estado Nacional Moderno o Antiguo Régimen consistía en un conjunto de prácticas que involucraban cuestiones económicas, sociales y políticas. A partir del siglo XVI, Europa Occidental experimentó varias transformaciones que impulsaron el crecimiento de las ciudades, las actividades comerciales y la ciencia. Fue en medio de estos cambios que surgieron las Monarquías Nacionales, que contribuyeron al fortalecimiento del poder real y llevaron a la desaparición gradual de la servidumbre y al declive del mundo feudal.
El proceso de centralización política en manos del rey fue el símbolo de la formación de los Estados Modernos en Europa, los ejemplos más clásicos de este proceso fueron España, Portugal y Francia. Los cambios en la forma de gobernar hicieron más claras las diferencias entre el mundo moderno y el mundo feudal. Entre los principales aspectos que caracterizaron a las Monarquías Nacionales se encuentran:Burocracia administrativa , que ganó un cuerpo de funcionarios que tenían como función realizar tareas de la administración pública; La fuerza militar, lo que generó la necesidad de crear un ejército nacional para contener posibles invasiones o enfrentamientos con otros países y también para establecer el orden público en la sociedad;Leyes y justicia unificadas, que eran responsables de la formación de leyes que tuvieran el carácter de mantener el orden, además de proteger mejor los derechos y deberes de los ciudadanos; Sistema burocrático, lo que marcó el surgimiento de aranceles y tributos recaudados por el rey para apoyar el gasto público.
El desarrollo de la navegación marítima marcó la búsqueda de expansión territorial de los Estados Nación Modernos. Los reyes pretendían hacerse ricos en el extranjero, conquistar nuevos mercados y ampliar el comercio. La búsqueda de metales preciosos e interés por la propagación de la fe cristiana También impulsó el descubrimiento de nuevos territorios. El Estado Nacional Portugués Moderno lo reflejó claramente en la colonización de la América portuguesa en el siglo XVI. El objetivo de los portugueses se logró en la práctica colonizadora que condujo a la ampliación de sus fronteras, la adquisición de nuevos oficios, el descubrimiento de lugares con metales preciosos y la expansión del catolicismo, resumiendo perfectamente las ambiciones que tenían los Estados Nación Modernos.
La formación del Estado Nacional Moderno representó una nueva fase en las relaciones comerciales de algunos países europeos y contribuyó a la centralización del poder político real, como fue el caso del rey francés Luis XIV, quien simbolizó este período con una frase que decía que el “Estado soy yo”. También llamado el “Rey Sol”, Luis XIV retrató el apogeo de los reyes en el Antiguo Régimen hasta el surgimiento de la Ilustración (siglo XVIII) que criticó la política centralizadora de aquella época.