Contestación, actitud, letras ácidas y pocos acordes. De manera muy sencilla, estos serían los elementos básicos de un movimiento sociomusical que conquistó la escena musical brasileña a finales de los años 1970. El llamado punk rock, portador fundamental del llamado movimiento punk, refleja fenómenos culturales e históricos específicos que revelan cuestiones políticas, económicas y sociales bastante interesantes en el Brasil de aquella época.
A pesar de su origen extranjero, la música y la ideología punk tuvieron un gran poder de diálogo con la juventud que respiraba los últimos aires de nuestra dictadura militar. En el extranjero, los jóvenes ingleses y norteamericanos de los suburbios buscaron salir del estancamiento y el subjetivismo del movimiento hippie y del rock progresivo para hablar directa y objetivamente sobre sus inquietudes, inquietudes y posicionamiento político.
El inconformismo inglés cantado pronto ganó terreno en São Paulo entre los estudiantes y jóvenes empleados en trabajos mal remunerados. La falta de empleo y la vigilancia de las autoridades fueron las principales bases para que los jóvenes de los barrios más pobres de São Paulo utilizaran la agresividad como válvula de escape y la creación artística. Ya en este período nacieron bandas como Restos de Nada y AI-5 (una clara mención contra el régimen militar aún vigente).
Sin embargo, el protagonismo del movimiento parece haber llegado también a otras zonas del país, provocando la aparición de punks en otros centros urbanos. Bajo la barba del gobierno, Aborto Elétrico (formado por futuros miembros de la Legião Urbana y Capital Inicial) y Plebe Rude difundieron la estética punk en la escena musical de Brasilia. En Bahía, el grupo Camisa de Vênus fue responsable de crear algunos de los himnos que marcaron este movimiento.
Uno de los grandes hitos de este movimiento tuvo lugar en 1982, cuando unos seguidores del punk rock organizaron el festival “El principio del fin del mundo”. En este gran momento de movilización de los punks brasileños contamos con la participación de bandas de gran representación como Inocentes, Cólera y Ratos de Porão. De hecho, este evento representó la actitud del “hágalo usted mismo” que impulsó la organización independiente de material gráfico, conciertos, festivales y la grabación de algunas canciones.
Con el paso del tiempo y la explosión de bandas con mayor atractivo comercial (como Titãs, Paralamas do Sucesso, Legião Urbana, Ira!, Kid Abelha y Ultraje a Rigor), la postura enfadada de los punks acabó por no tener repercusión entre los público general. . De esta manera, el punk brasileño comenzó a sobrevivir de manera límite en la creación de una escena underground de la música juvenil nacional.
Sin embargo, el aporte estético de ese momento aún se refleja en la formación de otras bandas y géneros musicales en Brasil. La ironía, la contestación directa de temas cotidianos y el impacto sonoro son algunos de los legados que se pueden ver en este momento. De todos modos, el punk brasileño debe ser visto como un estilo que nos demostró con pocos recursos la voluntad de los jóvenes interesados en acabar con los años de represión que marcaron al país.