En la mitología griega, Hera o Héré (en griego antiguo (Ática) Ἧρα / Hêra o en jónico Ἧρη / Hêrê[1]), hija de los titanes Cronos y Rea, es esposa y hermana de Zeus. Es la protectora por excelencia de la mujer y la diosa del legítimo matrimonio, guardiana de la fertilidad de la pareja y de la mujer en el parto.
Corresponde a Juno en la mitología romana.
Está en Creta, en el monte Thornax (llamado desde entonces “Monte de los Cucos”), cuando su hermano Zeus la seduce transformándose en un cuco mojado. Conmovida, Hera recoge el pájaro en su pecho para calentarlo; pero él la viola y la diosa, para ocultar su vergüenza, prefiere casarse con su hermano. Para sus nupcias, Gaia ofrece un árbol cubierto de manzanas doradas. Su noche de bodas duró tres siglos y Hera renovaba periódicamente su virginidad bañándose en el manantial de Canathos.
Es madre, por Zeus, de Ares, Hebe e Ilithyia, pero también de Hefesto, a quien concibe solo para desafiar a su marido y demostrarle que no lo necesita para dar a luz. .
Hera y Prometeo, copa interior de Douris, principios del siglo V a.C. J.-C., Gabinete de medallas de la Biblioteca Nacional de Francia
Hera y Prometeo, interior de copa de Douris, principios del siglo V a.C. J.-C., Gabinete de medallas de la Biblioteca Nacional de Francia
Muy bella y muy graciosa, no es menos irritable y caprichosa. Celosa, a menudo persigue a las amantes de Zeus y a su descendencia. Entre sus víctimas Heracles, a quien envía dos serpientes, y la ninfa Io, transformada en vaca por Zeus para protegerla pero a pesar de todo enloquecida por las picaduras de un tábano enviada por Hera. Ella también se venga frustrando los planes de su marido, provocando incesantes peleas. Sin embargo, a veces despierta los celos de Zeus, especialmente de Ixión, quien se une a una nube creyendo que se trata de Hera, o del gigante Porfirión (que es derribado en represalia por Zeus) y Hermes. Según una tradición minoritaria[2], es atacada por el gigante Eurimedon y concibe a Prometeo, de donde sin duda derivará el medallón de la copa de Douris que representa a Hera sentada frente a ésta (ver al lado).
Un día, exasperada por las travesuras de Zeus, Hera decide pedir ayuda a sus hijos para castigar al voluble dios. Planean atar a Zeus mientras duerme con correas de cuero para evitar que seduzca a los mortales de la Tierra. Pero la nereida Tetis envía al Hecatónquiro Briareus para disuadirlos. Zeus castiga a Hera suspendiendola en el cielo mediante una cadena de oro, con un yunque en cada tobillo. Él la libera sólo contra la promesa de sumisión[3].
Ofendida por el juicio de Paris, que prefiere a Afrodita, resulta ser la enemiga más feroz de los troyanos durante la Guerra de Troya y contribuye al saqueo de la ciudad. Disgustada por el juicio de Tiresias, ella lo deja ciego.
Es especialmente venerada en Argos, citada por Homero como una ciudad querida por la diosa, al igual que Micenas y Esparta. También tiene un templo en Olimpia, Corinto, Samos y Cabo Lakinion, no lejos de Crotona.
Hera es la diosa del matrimonio y de las esposas, protectora de la pareja, la fertilidad y las mujeres en el parto, dominio que comparte con su hija Ilithye. Reina del Cielo como esposa de Zeus, también se la asocia con los fenómenos celestes y la luz. Bajo su epíclesis de ὁπλοσμία / hoplosmía, en el cabo Lakinion y Elis, asume una función guerrera. La ciudad de Estinfal consagra tres templos a Hera bajo diferentes epíclesias:Παρθενία / Parthenía (“virgen”), Τελεία / Teleía (“esposa de Zeus”) y Χήρα / Khếra (“separada de Zeus”).
* Sus atributos:la diadema real y la granada;
* Sus animales favoritos:el pavo real;
* Epítetos homéricos:
o θεὰ λευκώλενος / theá leukốlenos, "diosa armada blanca",
o βοῶπις / boỗpis, "con los ojos de vaca, los ojos grandes",
o χρυσόθρονος /íf khrusóthronos, "en el trono de oro";
* Santuarios:especialmente en ciudades austeras, Argos, Micenas, Esparta;
* Juegos organizados en su honor:Heraia.