Historia antigua

Calzadas romanas en la Galia

Calzadas romanas en la Galia

La conquista de la Galia por las legiones romanas se vio enormemente facilitada por un conjunto de caminos y caminos, instrumentos de comunicación con múltiples vocaciones (estratégicas, económicas o culturales) entre las ciudades de los pueblos galos.

Las antiguas vías se fueron romanizando paulatinamente y, combinadas con las nuevas vías, formaron una red de rutas que partían de la capital, Lugdunum/Lyon (aunque el origen de estas vías es Roma) hacia todas las capitales de las ciudades, que también estaban interconectadas.

Los cuatro ejes principales a partir de Lugdunum fueron:

El camino a Alemania para llegar a Colonia Traiana / Colonia,
El camino a Italia para llegar a Roma,
El camino a Boulogne-sur-Mer, puerto de embarque para Bretaña ,
La ruta de Agripa conocida como ruta de Aquitania:Lyon, Limoges, Saintes con su variante de Limoges a Burdigala / Burdeos.

Con su sentido de organización, geometría y construcción, los romanos, con el apoyo logístico de un gran número de soldados, trazaron caminos que aún hoy son visibles en el terreno o en los mapas. detallado.

Los documentos antiguos que han llegado hasta nosotros no nos permiten localizar con precisión las vías romanas, debemos buscar otras pistas; y en primer lugar, bajo nuestros pies cuando circulamos, porque hoy en día, muchas calzadas romanas están cubiertas por un eje moderno, por ejemplo la RN7.

Cartografía y fotografías aéreas

La prospección aérea y el fino estudio cartográfico facilitan la búsqueda de rastros de caminos olvidados por su marca visible en la parcela o en los límites de los municipios.

La rectitud del trazado de una carretera, la presencia de pueblos remotos, que se suceden a antiguas villas romanas (granjas), suelen dar una primera indicación.

Toponimia

La toponimia también es una fuente de información:topónimos como el camino de César, por supuesto [ref. necesario], pero también la calzada, el bolardo superior, el ferrocarril, el carril blanco, etc. indican la posibilidad de una ruta antigua importante.

La calzada romana se llamaba normalmente en latín via strata, o simplemente strata, es decir de grava, frente a los demás caminos que no lo eran:tenemos pues una serie de topónimos como Estrée(s) (con variantes Estrat, Érat, Lestraz ( Savoie)…), antigua palabra que corresponde a las que designan la carretera, conservada por las lenguas actuales:street en inglés, straat en holandés, Straße en alemán, strada en italiano…

También son muy reveladoras las Maisons (-Alfort, -Laffitte, etc.) y especialmente las Maison-Rouges, que guardan el recuerdo de las antiguas mansiones.

La calzada romana puede formar parte de un odónimo, es decir, un indicador del tipo de vía seguido de un nombre propio. Por ejemplo la Vía Romana de Querilhac situada en la localidad de Lafitte-Vigordane.


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