Por tanto, el general alemán Falkenhayn eligió Verdún por su vulnerabilidad y también porque no tendría que mover muchas tropas. Contando con la superioridad alemana en artillería pesada, utilizará el método "Trommelfeuer":una preparación de artillería de "redoble de tambores" que debería permitir nivelar el terreno a conquistar.
Los alemanes acumularon unas 1.225 piezas de artillería de todos los calibres frente a Verdún, incluidos 542 obuses pesados. De media, se puede contar un mortero rápido de 210 mm cada 150 m. Despliegan 13 obuses Krupp de 420 mm, 17 obuses Skoda de 305 mm (posteriormente Skoda pasó a ser checoslovaco), 2 cañones navales de 380 mm y municiones correspondientes, aproximadamente 2.500.000 proyectiles.
Reunieron 72 batallones de infantería en refugios enterrados (stollen). De las 20 divisiones asignadas a la operación, 10 están previstas para la batalla real y las otras 10 están reservadas para una posible batalla decisiva en otro sector despojado correspondientemente.
Todos estos preparativos no pueden escapar a la atención de los defensores de Verdún, que no dejan de comunicar la información a las más altas autoridades militares.
Así, el teniente coronel Driant, comandante de los batallones de cazadores 56.º y 59.º, aprovechó su posición como parlamentario y miembro de la Comisión de Defensa Nacional para llamar la atención del mando sobre el sector.
Joffre envía un destacamento de ingenieros, pero ya es muy tarde. El general Herr, jefe de la región fortificada de Verdún, dijo:“Cada vez que pido refuerzos de artillería, el Cuartel General responde retirándome dos baterías. »
Desde mediados de enero, los preparativos alemanes han sido confirmados por los servicios de inteligencia franceses (2.ª oficina), por reconocimientos aéreos que toman fotografías inquietantes y por desertores de Alsacia y Lorena. Joffre permanece sordo a esta información.