La cervelière es un tocado de malla o placas de hierro que envuelve exactamente la parte superior del cráneo a modo de solideo, utilizado en Europa Occidental en la Edad Media.
A partir del siglo VIII, no era raro que los soldados llevaran cascos parecidos a los de los romanos, sin el escudo. Al consistir únicamente en un gorro semiesférico, pueden considerarse los primeros cervelières.
El hueso cerebral subyacente
Tan pronto como aparecieron las primeras armaduras medievales, los hombres de armas se cubrían la cabeza con una cota de malla, que se llevaba debajo del casco. Para hacerlo más cómodo de llevar, se cubren el cráneo con un trozo de piel o lona acolchada que sigue su forma y se enrolla encima de las orejas. El camail no daña la cabeza bajo la presión del casco o los golpes. Al apretar la cota de malla, gracias a las tiras de piel que la recubrían, los soldados podían mantener los cerebros subyacentes exactamente en su cráneo.
Estos cervelières de cuero o lona se utilizaban habitualmente a principios del siglo XII.
La cota de malla cervelière
A partir de mediados del siglo XIII aparece un cerebelo de malla, que luego se lleva sobre un camail de piel. Tiene forma cilíndrica o esférica, lo que permite llevar un yelmo encima. Los eslabones que lo componen suelen estar remachados "grano de cebada" y reciben otros cuatro.
La cervelière de platos
Este casco está forjado a partir de una o más piezas de metal. Algunos de estos cervelières se llevaban en la cota de malla, otros reemplazaban la parte superior. En este último caso, se acolchó el cerebelo y se fijó el camail en su borde inferior.
El diseño del plato cervelière tomó la forma de una bomba, sin borde, punta o parte saliente. Los que se colocaban en el camail a veces tenían una visera ligeramente saliente, pero luego no se podían llevar debajo del casco.
Varias placas de acero remachadas podrían formar una cervelière. Por lo tanto, entró en la composición de las brigandinas como tocado para los peatones y se llevaban bajo la ensalada o la capucha.