Los jinetes de flechas eran un elemento esencial del ejército mongol durante la época de Genghis Khan y sus sucesores, asegurando la transmisión de mensajes de todo tipo en las vastas extensiones dominadas por los mongoles, a una velocidad media de 1400 a 1800 km por semana (excepto invierno o terreno accidentado).
Para lograr estos rendimientos récord, duermen y comen sobre la silla. Tienen derecho a requisar los caballos que necesitan, incluido el mejor caballo del rango mongol más alto que encuentren. Sus caballos están enjaezados con campanas, que advierten a los viajeros que se detengan a un lado de la carretera para permitirles el libre paso.
Finalmente, estos hombres eligieron entre los más duraderos llevar equipos que facilitaran su tarea, como bandas de sujeción para los riñones o la cabeza.
La importancia de este sistema de comunicaciones a larga distancia era tal que fue confiado a un oerleuk (una especie de mariscal).