Entrada a la cueva sudafricana donde se realizó el hallazgo • ASHLEY KRUGER/MEDIA SERVICE
Se creía que los pueblos prehistóricos comían carne, frutas y semillas oleaginosas. Sin embargo, aquí está Sudáfrica invitándonos a revisar la famosa “dieta paleolítica”, tras el descubrimiento de un alimento que hasta hoy creíamos prohibido:¡nuestros antepasados ya cocinaban tubérculos! Es en la Border Cave, un refugio rocoso situado en la provincia de Kwazulu-Natal, en la frontera con Suazilandia, donde un equipo sudafricano y francés, con Francesco d'Errico, investigador del CNRS (Universidad de Burdeos), encontró Pequeños restos carbonizados de rizomas, que son los tallos subterráneos de determinadas plantas. En total, unos cincuenta rizomas carbonizados del género Hypoxis fueron identificados mediante microscopía electrónica de barrido. ¡Y tienen 170.000 años!
La comida, un hecho social
Estos rizomas son ricos en carbohidratos y, por tanto, en valor energético. Sólo la cocción los hace fáciles de masticar y digerir, y permite consumir una determinada cantidad. Además, Hypoxis angustifolia Es siempre verde y, por tanto, visible durante todo el año. La planta, que todavía existe en Yemen, sugiere que alguna vez también creció en zonas más húmedas. Para extraer los rizomas del suelo, nuestros antepasados utilizaban palos de madera:uno de ellos fue descubierto en 2012 y data de 40.000 años. Luego, los miembros del grupo llevaban estos rizomas a la cueva para cocinarlos y comerlos. Por tanto, la comida se compartía, transformando la comida en un hecho social y cultural.
Por lo tanto, después de África Oriental, debemos contar con el sur de este continente para trazar el hilo de la historia de la humanidad. Recientemente, un equipo internacional de investigadores publicó un estudio que combina datos paleoclimáticos y genéticos:demostró que el Homo sapiens que apareció hace 200.000 años en Botswana habría vivido allí durante 70.000 años, antes de extenderse por todo el continente. El estudio convirtió a la región en la cuna del hombre moderno, pero aún queda por confirmar. Quizás existieron linajes tan antiguos en otras partes de África, pero aún ignorados ante la falta de estudios de ADN.