Historia antigua

moros

Páramo fue el nombre que dieron los cristianos a las personas de piel oscura y religión musulmana que habitaron la Península Ibérica desde el siglo VIII al XV.

El término proviene de los romanos que denominaron Mauritania a una de sus provincias en África. Con la invasión de los árabes musulmanes a este continente, los habitantes de esta región también adoptaron el Islam como religión.

De esta manera, "moro", a los ojos de los cristianos, pasó a ser sinónimo de persona musulmana y de piel oscura. Los moros, sin embargo, no son un pueblo, ni una etnia, sino una generalización que los cristianos europeos hicieron tanto de los musulmanes africanos como de los árabes.

Significado de moro

La palabra "moro" proviene del latín - mauro - y significa "oscuro".

Moros en España y Portugal

Los moros llegaron a la Península Ibérica (España y Portugal) alrededor del siglo XIX. VIII y allí permanecieron durante varios siglos dejando huella en la cultura y la lengua.

Palabras que forman parte del portugués como “guitarra”, “azulejo”, “lechuga”, “fuente” pertenecen a la lengua árabe y fueron traídas por los moros.

También el fado, un estilo de música portuguesa, y el cante flamenco, tienen su origen en la forma de cantar de este pueblo.

Moros en España

En total, los moros permanecieron en España durante 8 siglos, ya que en determinadas zonas del país permanecieron 300 años, en otras 500 años.

El último reino musulmán conquistado fue Granada, en 1492, por los reyes católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.

Siguió un siglo de persecución más intensa, en la que los moros se vieron obligados a convertirse al cristianismo o abandonar el país. En 1609 los musulmanes que aún permanecían en España fueron expulsados ​​definitivamente. A su vez, sus descendientes pasaron a ser conocidos como “Mouriscos”.

Moros en Portugal

Además del idioma, podemos encontrar la influencia árabe en Portugal en la arquitectura y la decoración. Los mejores ejemplos son los arcos de herradura, los azulejos y los adornos coloridos.

En Lisboa, el barrio habitado por los moros se llamaba "Mouraria" y el nombre permanece hasta el día de hoy.

Asimismo, encontramos huellas de la influencia morisca en la cocina portuguesa en platos como las tortas de almendras y los guisos de cordero, entre otros.

¿Moro, árabe o musulmán?

El moro se utiliza a menudo como sinónimo de árabe.

Sin embargo, moro, como hemos visto, se refiere a los pueblos bereberes y musulmanes que habitaban la Península Ibérica y que no eran árabes.

Al fin y al cabo, los árabes son aquellos que nacen en países como Egipto, Arabia Saudita, Yemen, Líbano, etc. Ser árabe, por tanto, tiene más que ver con la identidad cultural y el idioma que con la religión.

Finalmente, musulmán es aquel que practica el Islam. El país musulmán más grande del mundo, Indonesia, no es un país árabe.

Moros en Europa

Los árabes llegaron a Europa a través de la Península Ibérica.

En la Alta Edad Media, los reyes visigodos vivían en guerra entre sí. Uno de los monarcas pide ayuda a Musa ibn Nusair, líder de una tribu yemita, que habitaba el norte de África.

Así, los yemitas respondieron al pedido del monarca y conquistaron lo que hoy es gran parte de España y Portugal.

Una vez en la Península Ibérica, los cristianos que habitaban estas tierras empezaron a llamar a aquellas personas de piel oscura que practicaban el Islam, en referencia a Mauritania. En las regiones donde se asentaron, los cristianos comenzaron a convertirse al Islam. A estos nuevos musulmanes también se les llamó moros, aunque ya no eran de origen africano ni árabe, ni tenían la piel oscura.

Asimismo, los musulmanes que vivían en la Península comenzaron a utilizar la palabra “moro” para referirse a sí mismos. Por eso, tanto en Portugal como en España, moro es prácticamente sinónimo de "musulmán".

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