Historia antigua

Plan Marshall

El Plan Marshall fue un programa de ayuda humanitaria ofrecido por los Estados Unidos de América a países europeos desde 1948 hasta 1951.

Se llevó a cabo a través de asistencia técnica y financiera para ayudar a la recuperación de los países europeos devastados por la guerra. También pretendía evitar que ciertos países cayeran bajo la influencia del socialismo.

Por esa razón, era una forma de estabilizar el capitalismo en Europa occidental, así como de asegurar la integración de los países europeos.

El Plan Marshall (Programa Europeo de Recuperación) lleva el nombre del general George Catlett Marshall (1880-1959), secretario de Estado estadounidense durante el gobierno de Henry Truman (1884-1972). Por ello recibiría el Premio Nobel de la Paz en 1953.

Contexto histórico del Plan Marshall

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, los países europeos que participaron en el conflicto estaban arruinados y el número de muertos había sido espantoso.

La reconstrucción europea difícilmente tendría éxito sin la ayuda económica internacional.

Por ello, en julio de 1947, los principales implicados en el enfrentamiento se reunieron para participar en el Programa de Recuperación Europea. Éste se inspiró en el plan propuesto por el economista John M. Keynes en 1944.

En 1948, para coordinar la distribución de los fondos del Plan Marshall, se creó la Organización para la Cooperación Económica Europea (OECE).

Los primeros países en recibir la ayuda financiera fueron Grecia y Turquía. En estos países, los socialistas se habían armado y luchaban por el poder.

A Estados Unidos no le importaba que dos países tan importantes, desde un punto de vista geopolítico, estuvieran influenciados por la Unión Soviética.

Al final, el programa duró hasta 1951 y aseguró la recuperación económica de Europa hasta la década de 1960.

Objetivos del Plan Marshall

El Plan Marshall fue una estrategia estadounidense para combatir el avance soviético al inicio de la Guerra Fría.

De esta manera, el plan forma parte del conjunto de medidas para combatir el avance del comunismo que defendía la Doctrina Truman. A pesar de haber sido invitado, ningún país bajo control soviético participó en la ejecución ni recibió ayuda del Plan Marshall.

Por lo tanto, es importante enfatizar que la no intervención de Estados Unidos podría afectar negativamente a su propia economía. Después de todo, con el fin de la Segunda Guerra Mundial, era esencial mantener la capacidad de Europa para honrar sus deudas y mantener sus importaciones.

Características del Plan Marshall

La característica principal del programa fue la concesión de préstamos a bajo interés a países europeos que aceptaran las condiciones impuestas por los norteamericanos.

Estas consistían en comprar principalmente a Estados Unidos, implementar una política de estabilización monetaria y antiinflación y promover una política de integración y cooperación intraeuropea.

Como resultado, se otorgaron unos 18 mil millones de dólares (aproximadamente 135 mil millones de dólares actuales), distribuidos por la “Administración de Cooperación Económica”, agencia creada por Estados Unidos para llevar a cabo este programa.

Los países que recibieron más ayuda fueron el Reino Unido (3.200 millones), Francia (2.700 millones), Italia (1.500 millones) y Alemania (1.400 millones).

Esta ayuda también llegó a través de asistencia técnica de expertos en tecnología norteamericana, alimentos, combustibles, productos industrializados, vehículos, maquinaria fabril, fertilizantes, etc.

Resultados del Plan Marshall

El Plan Marshall marca el fin de la tradición aislacionista de Estados Unidos, puso a Europa bajo la influencia de Estados Unidos y garantizó el acceso de Estados Unidos a los mercados europeos.

De esta manera, los países europeos abrieron sus economías a la inversión estadounidense, reformaron sus sistemas financieros, recuperaron sus niveles de producción industrial y consumo.

El resultado del programa fue positivo, ya que la economía de Europa Occidental volvió a la prosperidad durante las siguientes dos décadas.

Para EE.UU., los beneficios fueron aún mayores, ya que sus exportaciones crecieron, al igual que su área de influencia en Europa.

Aún en el contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos impulsó la creación de la OTAN - Organización del Tratado del Atlántico Norte, una alianza militar que reunió a varios países occidentales del hemisferio norte.


Publicación anterior
Publicación siguiente