La ganadería fue un arma de penetración fronteriza y de consolidación de la sociedad colonial. Su papel se vio reforzado porque, con excepción de los Andes, el mundo indígena no había conocido la ganadería. La mayoría de los animales domésticos (bovinos, ovinos, equinos, caprinos y porcinos) fueron traídos de Europa y se reprodujeron a gran velocidad. Sólo los camélidos andinos (llamas, vicuñas y alpacas) fueron criados por los nativos en las tierras altas, a más de 4.200 metros. El pastoreo dio lugar a un rebaño importante, que compartía los pastizales con cabras y ovejas. Aunque en muchas regiones no existía experiencia ganadera previa, la ganadería se desarrolló en poco tiempo. A medida que se extendió la ocupación europea, la presencia de rebaños se fue normalizando y los altos precios del ganado vacuno al inicio de la conquista, especialmente los caballos, comenzaron a bajar debido al aumento de la oferta. En el siglo XVIII la ganadería se extendió por todo el continente, aunque hubo algunas regiones especializadas, como el Río de la Plata, los Llanos venezolanos y el norte de México, donde los gauchos, llaneros y charros eran acompañados en sus tareas por los huasos chilenos. . y la sabana de las Indias Occidentales. Había mucha tierra y la pequeña población no fue un obstáculo dada la poca mano de obra necesaria.
A medida que se expandió la ganadería, aumentaron las quejas sobre la destrucción de cultivos autóctonos. El conflicto se resolvió ordenando a los terratenientes que cercaran sus tierras. Se utilizaban barreras naturales, como ríos y arroyos, para retener el ganado no salvaje, el criado en cautiverio, y cuando se requerían cercas artificiales, lo más sencillo era cavar una zanja. Las cercas vivas, con plantas espinosas, eran obstáculos más firmes y duraderos que las zanjas, aunque más caras y difíciles de construir. A medida que la frontera con los indios se estabilizó y el ganado salvaje desapareció, las haciendas y ranchos adquirieron mayor importancia. En algunas zonas fronterizas abundaba el ganado bravo, explotado por tambos. Se trataba de verdaderas expediciones armadas, sobre todo si el ganado se encontraba cerca de tierras indígenas. A pesar de su número, el ganado salvaje difícilmente podía garantizar la demanda urbana de carne, ya que era un animal difícil de llevar en manada a las ciudades. Las distancias y las malas técnicas de conservación impidieron el sacrificio del ganado y su traslado a las ciudades. Los animales de tiro y transporte eran vitales en las comunicaciones debido a la geografía y la estructura de las carreteras. Numerosos centros mineros y ciudades dependían de caballos y mulas tanto para su abastecimiento como para extraer la plata hacia los circuitos mercantiles. El norte de Nueva España y el Río de la Plata fueron importantes centros de producción de mulas.
El mercantilismo holandés unió el comercio marítimo y las actividades industriales fomentadas por bancos, como el Banco de Amsterdam. Por mí. Cláudio FernandesEl mercantilismo asumió diferentes facetas dentro del sistema colonial europeo. La matriz colonialista ibérica, formada por Portugal y Españ