Alcoholismo: El movimiento por la templanza buscaba reducir o eliminar el consumo de alcohol, ya que se consideraba una causa importante de problemas sociales y pobreza.
Prostitución: Los reformadores trabajaron para abordar el problema de la prostitución, que estaba muy extendida en muchas ciudades, brindando apoyo y alternativas a las mujeres involucradas en ella.
Malas condiciones de trabajo: La difícil situación de los trabajadores de las fábricas y otros trabajadores inspiró esfuerzos de reforma destinados a mejorar las condiciones laborales, reducir las horas y aumentar los salarios.
Derechos de la mujer: Los reformadores abogaron por el sufragio femenino, los derechos de propiedad y la igualdad de oportunidades, ya que las mujeres enfrentaban importantes restricciones legales y sociales en ese momento.
Reforma educativa: Muchos reformadores creían que la educación generalizada era esencial para el progreso y trabajaron para mejorar el acceso a la educación, particularmente para los pobres y desatendidos.
Reforma de la justicia penal: Algunos reformadores buscaron reformar el sistema de justicia penal, que consideraban severo e injusto, abogando por enfoques de castigo más humanos y rehabilitadores.
Anticatolicismo: Durante este período existió una variedad de nativismo y anticatolicismo, que condujo a algunos esfuerzos de reforma destinados a limitar la influencia de la Iglesia católica y su percibido poder político.
Reforma penitenciaria: Los reformadores trabajaron para mejorar las condiciones en las prisiones y cárceles, que a menudo estaban superpobladas e insalubres, lo que llevó a pedidos de un trato más humano para los reclusos.
Trabajo infantil: Los reformadores hicieron campaña contra el uso generalizado del trabajo infantil en fábricas y otras industrias, pidiendo leyes y regulaciones para proteger a los niños de la explotación.