Cuando el prisionero británico Capitán Robert Campbell recibió, a través de la Cruz Roja, una carta informándole que su anciana madre estaba muriendo y había expresado su deseo de verlo por última vez, no podía imaginar el giro que tomarían las cosas. llevar.
Campbell se había unido al ejército británico en 1903. Al estallar la Primera Guerra Mundial se encontraba en Francia, como comandante de compañía del 1.er Batallón del Regimiento de East Surrey. En los feroces combates que siguieron, Campbell asumió el mando del batallón, como el oficial vivo de mayor edad. Sin embargo, en el siguiente ataque alemán, Campbell resultó gravemente herido y capturado.
Los alemanes lo llevaron a un hospital de Colonia, donde se recuperó, y luego a un campo de prisioneros de guerra en Magdeburgo. Allí, en 1916, lo encontró la carta de su madre. Campbell estaba desesperado y en esta situación decidió escribir una carta al emperador alemán, el Kaiser Wilhelm, pidiéndole lo imposible:que le permitieran visitar a su madre moribunda.
Para sorpresa de todos, el káiser concedió al capitán británico un permiso de dos semanas, con la condición de que diera su palabra de oficial de que regresaría. Campbell aceptó y dio su palabra de honor "como hombre y oficial", según dijo, de que regresaría.
Lo que también sorprende es que la administración británica también estuvo de acuerdo, y después de que los alemanes entregaron a Campbell a las líneas británicas, se le permitió viajar con una carta de porte especial, por ferrocarril y ferry, hasta su casa en Gravesend, Kent. donde llegó el 7 de noviembre de 1916.
Permaneció allí una semana y luego regresó al campo de prisioneros de guerra en Alemania.La administración británica, respetando la palabra de honor del capitán, facilitó su regreso y no lo prohibió, como podría haber sido razonable, pero no honesto.
Entonces Campbell regresó al campo de prisioneros de guerra. Su madre finalmente murió en febrero de 1917. Más tarde, Campbell intentó escapar pero fue capturado. Finalmente fue liberado cuando terminó la guerra. Permaneció en el ejército británico hasta 1925, cuando fue dado de baja. Regresó al ejército en 1939, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, sirviendo, debido a su edad, en puestos auxiliares. Murió en 1966 a la edad de 81 años.