- Restauración de Amón:
Antes de Akenatón, Amón era la deidad más destacada de Egipto, considerado el dios universal y protector del faraón. Durante el reinado de Akenatón, el culto a Amón fue suprimido en favor de Atón. Los esfuerzos de restauración de Tutankamón restablecieron a Amón como la deidad suprema, reconstruyeron los templos dedicados a él y restablecieron sus rituales y festivales.
- Rejuvenecimiento del politeísmo:
Bajo Tutankamón, se revivió el sistema de creencias politeísta del antiguo Egipto, con sus numerosas deidades. Se reconstruyeron templos para varios dioses, como los de Mut, Khonsu y Ptah. Esto permitió al pueblo volver a sus prácticas religiosas tradicionales y adorar a sus deidades ancestrales.
- Faraón como Mediador:
Tutankamón enfatizó el papel del faraón como mediador entre los dioses y el pueblo. Revivió los rituales y ceremonias tradicionales que fortalecieron esta conexión, asegurando el favor divino necesario para la estabilidad del reino.
- Obras de arte y artefactos religiosos:
La tumba de Tutankamón, descubierta casi intacta en el Valle de los Reyes, contenía una amplia gama de artefactos y obras de arte religiosos. Estos tesoros proporcionan información invaluable sobre las prácticas y creencias religiosas del antiguo Egipto. Muchos de los objetos de la tumba estaban relacionados con la otra vida, los rituales funerarios y el viaje del faraón al otro mundo.
Al volver a las prácticas religiosas tradicionales, Tutankamón ayudó a estabilizar Egipto después del turbulento reinado de Akenatón. Sus políticas religiosas unificaron la nación, restauraron el poder y la influencia del sacerdocio y aseguraron la continuidad de las antiguas tradiciones religiosas egipcias para las generaciones futuras.