Además de la oración, los griegos también ofrecían sacrificios a los dioses. Estos podían variar desde simples ofrendas de comida y bebida hasta elaboradas ceremonias que implicaban el sacrificio de animales. El tipo de sacrificio que se hacía dependía del dios a quien se ofrecía. Por ejemplo, a Poseidón, el dios del mar, se le podría ofrecer un sacrificio de pescado, mientras que a Zeus, el rey de los dioses, se le podría ofrecer un toro o un carnero.
Los griegos también celebraban fiestas en honor a los dioses. Estos festivales solían celebrarse una vez al año y, a menudo, incluían procesiones, música y bailes. Durante estas fiestas, los griegos también ofrecían sacrificios a los dioses y rezaban por su favor.
Además de estos métodos formales de adoración, los griegos también mostraban su devoción a los dioses de otras maneras. Por ejemplo, construían templos en su honor y les dedicaban obras de arte y literatura. A veces también juraban por los dioses y les pedían ayuda en momentos de necesidad.
El culto a los antiguos dioses griegos era una parte central de la vida griega. A través de sus rituales y prácticas religiosas, los griegos mostraban su respeto y devoción a los dioses y oraban por su favor y protección.