Falta de infraestructura y recursos: El imperio de Alejandro era vasto, pero carecía de la infraestructura y los recursos necesarios para sostener una administración centralizada. Esto dificultó mantener el control sobre territorios distantes.
Resistencia cultural: Los pueblos de los territorios conquistados a menudo se resistieron al dominio griego, lo que provocó rebeliones y levantamientos. Esto dificultó que los griegos mantuvieran el control.
Extensión militar: El imperio de Alejandro era simplemente demasiado grande para ser defendido eficazmente. Los ejércitos griegos estaban al límite y, a menudo, no podían responder a las amenazas tanto dentro como fuera del imperio.
Decadencia económica: Las conquistas de Alejandro Magno tuvieron un impacto negativo en la economía de Grecia. La guerra constante interrumpió el comercio y la afluencia de oro y plata de las conquistas provocó inflación.
Panorama político cambiante: El ascenso de Roma y otros estados poderosos de la región mediterránea desafió el dominio de las ciudades-estado griegas. Esto dificultó a los griegos mantener el control de su imperio.