La membresía de la Iglesia de Inglaterra disminuyó durante la época victoriana. Esto se debió a una serie de factores, incluido el aumento del secularismo, el crecimiento de iglesias inconformistas y la creciente urbanización del país. Sin embargo, la Iglesia de Inglaterra siguió siendo la institución religiosa dominante en Gran Bretaña y desempeñó un papel importante en la sociedad, brindando educación, bienestar social y orientación moral.
Las iglesias inconformistas eran aquellas que no se ajustaban a la Iglesia de Inglaterra. Incluían una amplia variedad de denominaciones, como los metodistas, bautistas, congregacionalistas y unitarios. Las iglesias inconformistas crecieron rápidamente en la época victoriana y se convirtieron en una fuerza importante en la vida religiosa y política.
La Iglesia católica también era una religión minoritaria importante en Gran Bretaña. La población católica creció rápidamente en la época victoriana, debido a la inmigración de Irlanda y otros países. La Iglesia católica enfrentó cierta discriminación, pero también jugó un papel importante en la sociedad británica, brindando educación, atención médica y servicios de bienestar social.
Además del cristianismo, en la época victoriana se practicaban otras religiones en Gran Bretaña. El judaísmo era una religión minoritaria importante y también había pequeñas comunidades de musulmanes, hindúes y sikhs.
La diversidad religiosa fue una característica importante de la Gran Bretaña victoriana. El país albergaba una amplia variedad de denominaciones cristianas, así como otras religiones, como el judaísmo y el islam. La diversidad religiosa fue una fuente tanto de tensión como de cooperación, y jugó un papel importante en la configuración de la sociedad británica.