Higiene: Los antiguos egipcios priorizaban la higiene y el saneamiento personal. Se bañaban con regularidad y utilizaban diversos limpiadores y fragancias naturales.
Instrumentos médicos: Desarrollaron varios instrumentos médicos para exámenes y cirugías, incluidos bisturíes, pinzas, fórceps y sondas.
Anatomía: Los egipcios adquirieron conocimientos sobre la anatomía humana a través de la práctica de la momificación, que implicaba extraer órganos internos y preservar el cuerpo.
Especialización: Médicos especializados en diferentes campos como odontología, oftalmología, ginecología y cirugía.
Procedimientos quirúrgicos: Realizaron diversas cirugías, incluidas amputaciones, suturas de heridas y tratamiento de fracturas.
Farmacología: Los egipcios utilizaban una amplia gama de plantas y minerales con fines medicinales, creando ungüentos, cataplasmas y remedios a base de hierbas.
Textos en papiro: El conocimiento médico estaba documentado en rollos de papiro, como el Papiro de Ebers, que es uno de los libros de texto médicos más antiguos que se conocen.
Medicina Veterinaria: Cuidaban animales y practicaban la medicina veterinaria, como lo demuestran los textos sobre enfermedades y tratamientos animales.
Educación médica: Los templos y las instituciones especializadas brindaban educación y capacitación médica a los aspirantes a médicos.
Pronóstico y Diagnóstico: Los médicos utilizaban observaciones y exámenes para diagnosticar enfermedades y hacer pronósticos.
A pesar de estos avances, es importante señalar que las prácticas médicas también incluían elementos de superstición y magia. Los antiguos egipcios hicieron contribuciones sustanciales a la medicina, y sus conocimientos y prácticas influyeron en las civilizaciones y los desarrollos médicos posteriores.