La construcción de una cota de malla es un proceso que requiere mucho tiempo y mano de obra, lo que la convertía en una forma de armadura relativamente cara. Sin embargo, su eficacia en combate lo convirtió en una inversión que valía la pena para los caballeros y otros guerreros ricos.
La cota de malla fue la principal forma de armadura utilizada por los caballeros en Europa durante la Edad Media. Finalmente fue reemplazada por una armadura de placas, que ofrecía una protección aún mejor pero era más cara y menos flexible.