Sin embargo, vale la pena señalar que las primeras formas de pólvora no eran tan potentes y estables como las versiones posteriores desarrolladas en China durante el siglo XVI. Los métodos de producción también eran menos eficientes, lo que generaba mayores costos de producción. A medida que la tecnología de la pólvora avanzó y se generalizó, el precio probablemente se volvió más asequible, especialmente con el aumento de la demanda de aplicaciones militares y el crecimiento de la industria de la pólvora.