1. Enfermedad: Los españoles trajeron consigo enfermedades como la viruela, el sarampión y la influenza, que antes eran desconocidas para la población indígena de América. Estas enfermedades se propagaron rápidamente y causaron una devastación generalizada, matando a millones de personas. Debilitó significativamente a los imperios azteca e inca al reducir sus poblaciones, alterar sus estructuras sociales y socavar su fuerza militar.
2. Conquista militar: Los españoles poseían tecnología militar avanzada, incluidas armas de fuego, armaduras de acero y caballos, lo que les daba una ventaja significativa en la batalla. Además, los españoles utilizaron tácticas de dividir y conquistar, explotando las divisiones internas dentro de los imperios azteca e inca, para debilitar y, en última instancia, conquistar estas civilizaciones.
3. Explotación política y económica: Los españoles impusieron su dominio en los territorios aztecas e incas, estableciendo un sistema de administración y explotación colonial. Extrajeron grandes cantidades de oro, plata y otros recursos de la región, lo que provocó el agotamiento de los recursos naturales y el colapso económico de las sociedades indígenas.
4. Represión cultural y religiosa: Los españoles buscaron imponer su fe católica a la población indígena, suprimiendo las creencias y prácticas religiosas nativas. Destruyeron muchos templos, lugares sagrados y artefactos religiosos, lo que provocó la pérdida de identidad y patrimonio cultural.
5. Sistema de Trabajo Forzoso y Encomienda: Los españoles implementaron un sistema de trabajo forzoso conocido como sistema de encomienda, que requería que las comunidades indígenas proporcionaran mano de obra y tributo a los colonos españoles. Este sistema equivalía a una virtual esclavitud y resultó en la explotación y el abuso de la población indígena.
6. Decadencia de las sociedades indígenas: El impacto combinado de la enfermedad, la conquista, la explotación y la supresión cultural condujo al rápido declive de las sociedades azteca e inca. Sus poblaciones fueron diezmadas, sus economías fueron perturbadas y sus estructuras culturales y políticas fueron desmanteladas, lo que en última instancia condujo a la desaparición de estas civilizaciones que alguna vez fueron grandes.