Los sumerios eran un pueblo muy religioso y su religión desempeñaba un papel central en su sociedad y cultura. Los sumerios creían en un panteón de dioses y diosas que se pensaba que controlaban todos los aspectos de la vida. Los dioses más importantes eran An, el dios del cielo; Enki, el dios del agua y la sabiduría; e Inanna, la diosa del amor y la guerra.
Los sumerios también creían en un concepto llamado "teocracia", que significa que el gobierno estaba gobernado por líderes religiosos. Los sacerdotes de los templos sumerios eran los encargados de realizar ceremonias religiosas, interpretar la voluntad de los dioses y asesorar al rey en decisiones importantes. Los sacerdotes también eran responsables de educar al pueblo y mantener el orden social.
La teocracia sumeria era un sistema de gobierno complejo y sofisticado. Permitió a los sumerios mantener una sociedad estable y próspera durante más de 3.000 años.