- Púrpura: De la planta del glasto (Isatis tinctoria)
- Azul: De la planta índigo (Indigofera tinctoria)
- Verde: Del amarillo de la planta de soldadura (Reseda luteola) mezclado con el azul de la planta de glasto
- Amarillo: De la planta de soldadura (Reseda luteola)
- Rojo: De la rubia (Rubia tinctorum)
- Marrón: De cáscaras de nuez
- Negro: De corteza de roble o sulfato de hierro.
- Naranja: Del liquen Parmelia saxatilis
Los celtas recolectaban estas plantas y las preparaban hirviéndolas o fermentándolas. A menudo agregaban varios mordientes, como alumbre o vinagre, a la mezcla de tinte para ayudar a que el tinte se adhiriera a la lana. A continuación, la lana se sumergía en la mezcla de tinte durante varios días o semanas. Cuanto más tiempo se dejara la lana en el tinte, más profundo y vibrante sería el color.
Una vez teñida la lana, se enjuagaba abundantemente y se colgaba para secar. La lana teñida estaba entonces lista para ser hilada y tejida en tela.