Asur: Ashur era la deidad patrona de la ciudad y el dios nacional de Asiria. Se le consideraba el rey de los dioses y se le asociaba con el poder, la guerra y la victoria. Su símbolo era un disco alado o un arco y una flecha.
Ishtar: Ishtar era la diosa del amor, la fertilidad, la guerra y la belleza. Fue ampliamente adorada en toda Mesopotamia y otras civilizaciones antiguas. En Nínive, Ishtar era conocida como "Belit-Ninive" (Señora de Nínive). Su símbolo era una estrella de ocho puntas o una leona.
Pecado: El pecado era el dios de la luna y estaba asociado con la sabiduría, el conocimiento y la curación. A menudo se le representaba como un anciano con una barba suelta y era adorado en toda Babilonia y Asiria.
Nergal: Nergal era el dios del inframundo, la guerra y la pestilencia. Fue representado como una deidad feroz y poderosa y a menudo se le asoció con el planeta Marte. Su símbolo era una maza con cabeza de león.
Nabú: Nabu era el dios de la sabiduría, la escritura y la profecía. Era la deidad patrona de los escribas y eruditos y a menudo se le representaba sosteniendo un lápiz y una tablilla. Su símbolo era una tablilla en forma de cuña.
Ninurta: Ninurta era el dios de la guerra, la caza y la agricultura. A menudo se le representaba como un joven guerrero empuñando una maza y se le consideraba una deidad protectora. Su símbolo era un toro alado.
Además de estos dioses principales, en Nínive se adoraba a muchas otras deidades, que representaban diversos aspectos de la naturaleza, la vida y la sociedad. El panteón asirio era extenso y complejo, y las creencias y prácticas religiosas desempeñaron un papel importante en la vida cultural, social y política de la antigua ciudad.