Historia antigua

La donación de Constantino

La donación de Constantino

Por Rainer Sousa

En el proceso de formación de la Iglesia Católica, observamos que el fortalecimiento de esta institución enfrentó situaciones que amenazaban su unidad. Uno de ellos ocurrió en el año 476, cuando la caída del último emperador romano en Occidente estableció el triunfo de las invasiones bárbaras en Europa. Más que un simple acontecimiento político y militar, este acontecimiento podría significar el debilitamiento del cristianismo frente a las religiones paganas que se iban gestando.

Fue entonces cuando los clérigos de la máxima cumbre cristiana presentaron la llamada Donación de Constantino, un documento del año 337 en el que el emperador romano del mismo nombre se habría reservado la totalidad Imperio Romano Occidental para la Iglesia. A pesar de no haberse apoderado directamente de los reinos europeos, este mismo documento tuvo gran fuerza política al expresar la influencia de los líderes cristianos contra los reinos que se organizaban en aquella época.

Así vemos, entre otros argumentos, cómo la Iglesia ha acumulado su poder para interferir en asuntos políticos en Europa. Sin embargo, el peso de este documento acabó desenmascarado en el siglo XV, cuando el estudioso Lorenzo Valla presentó una serie de documentos que probarían la falsedad de la época en la que se habría realizado el documento de donación.

En aquel momento era imposible utilizar ningún recurso tecnológico que pudiera calcular la fecha exacta del documento. Fue entonces cuando Lorenzo examinó el contenido del texto, observando los errores lingüísticos existentes y las expresiones utilizadas en su construcción. A través de sus estudios detectó la presencia de helenismos y barbarie que no se correspondían con el uso de la lengua latina en aquellos tiempos del imperio de Constantino.

Más allá de estas cuestiones formales, el estudioso se dio cuenta de que la naturaleza del documento, elaborado con un solo testimonio, no correspondía a la costumbre de la época. Al mismo tiempo, señaló como incongruente el uso del término “sátrapa” (expresión de carácter oriental) para referirse a los miembros del Senado romano y la mención de Constantinopla como ciudad cristiana en una época en la que, así como otras regiones dadas como dominación romana, estuvo lejos de asumir tal posición.

El trabajo de Valla, con el tiempo, no fue sólo un intento de desestabilizar la autoridad del clero. Para los historiadores, su forma de cuestionar el documento requirió la recopilación de información que involucraba las transformaciones de la lengua a lo largo del tiempo y la necesidad de establecer una relación de identidad entre el documento y la época en que habría sido elaborado. De este modo, la invalidación de la Donación de Constantino sirvió como un gran aporte al estudio del pasado.


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