Las fábricas de la época victoriana requerían mucha mano de obra. Los trabajadores realizaban casi todas las tareas a mano, utilizando herramientas y máquinas sencillas. Hoy en día, las fábricas están altamente automatizadas y muchas tareas las realizan robots y otras máquinas. Esto ha reducido el número de trabajadores necesarios para operar una fábrica.
Informática
Las fábricas de la época victoriana no tenían acceso a computadoras. Hoy en día, las computadoras son esenciales para operar una fábrica. Se utilizan para todo, desde diseñar productos hasta controlar máquinas.
Fabricación ajustada
Las fábricas de la época victoriana eran a menudo ineficientes. Hubo mucho despilfarro e ineficiencia. Hoy en día, las fábricas utilizan técnicas de fabricación ajustada para reducir los residuos y mejorar la eficiencia. Esto ha resultado en menores costos y mayor productividad.
Globalización
Las fábricas de la época victoriana normalmente estaban ubicadas muy cerca de los mercados a los que servían. Hoy en día, las fábricas suelen estar ubicadas en países en desarrollo, donde los costos laborales son más bajos y los bienes pueden producirse a menor costo.
Seguridad
Las fábricas de la época victoriana eran a menudo lugares peligrosos para trabajar. Muchos trabajadores resultaron heridos o murieron en el trabajo. Hoy en día, las fábricas son mucho más seguras gracias a la implementación de normas y estándares de seguridad.
Estas son sólo algunas de las formas en que han cambiado las fábricas desde la época victoriana. Estos cambios han llevado a mejoras en la seguridad, eficiencia y productividad de los trabajadores. Hoy en día, las fábricas pueden producir bienes de forma más rápida, económica y segura que nunca.